A bordo
Para poder ingresar en China, primero es necesario ponerse en contacto con alguna oficina de dicho país en el extranjero para obtener una aprobación, ya que es necesario solicitar un visado chino. Una vez en la aduana, presentar pasaporte y visa vigente, que serán sellados en la frontera. Ya en territorio chino se debe pasar a una revisión donde se declaran las pertenencias que se lleva, así como solicitar la ratificación de las suyas.
El transporte en China es abundante, fluvial, terrestre y aéreo, y los taxis se han vuelto indispensables en la zona. Algunas ciudades turísticas cuentan con servicios de transporte en autobuses especiales a disposición de los visitantes. Se recomienda evitar las horas pico (7:00- 8:00 y 17:00-18:00), principalmente en Beijing, Shangai y Guangzhou con el fin de prevenir demoras innecesarias. Los trenes expresos también comunican algunas de las ciudades de interés turístico más populares del país. Para ingresar en el país es recomendable vacunarse contra tétanos y poliomielitis. Se recomienda no beber agua de la llave, es preferible consumir siempre agua embotellada. Cabe mencionar que a lo largo del año se presenta un clima extremadamente variado, por lo que no está de más empacar ropa versátil, es decir, algunas prendas ligeras y otras más abrigadas.
Existen varias formas de llegar a China, los puertos más comunes para desplazarse son Shangai, Xiamen (frente a Taiwán), Tanggu (cerca de Tianjin), Macao y Hong Kong. Existen agencias especializadas que planean salidas diarias de cada puerto para recorrer las zonas, es necesario consultar con cada agencia la disponibilidad de días y barcos para evitar problemas o algún cambio en el itinerario planeado.
Tesoros
En una de las ciudades principales de China, Beijing, se encuentra la famosa Ciudad Prohibida, nombre original “Ciudad Púrpura Prohibida”, donde los emperadores de las dinastías Ming y Qing vivieron y administraron su gestión. Protegido por inmensas paredes es uno de los palacios más grandes del mundo, y hoy en día se puede caminar por el museo imperial del palacio para admirar y gozar de la arquitectura, los tesoros y, sobre todo, tener la oportunidad de conocer este fabuloso lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
En la gama del valle de Songpan, norte de la montaña de Minshan de Chengdu, está el impresionante valle largo de Huang, famoso por su paisaje mágico que comprende más de 3,000 piscinas multicolores que lo convierten en una maravilla de la naturaleza. Agregado en 1991 a la lista de herencia natural del mundo, sus 3,400 tonalidades se deben a las formaciones de cal y minerales de la zona.
Considerada como una de las nuevas maravillas del mundo o simplemente maravilla del mundo moderno, la Gran Muralla China cuenta con una extensión de 6,500 kilómetros que abarcan siete provincias. Fue erigida por el emperador Qin con la intención de unir los diferentes puntos de defensa de China y crear una barrera contra la invasión mongola. Este impresionante monumento es el único en el mundo que puede verse desde el espacio y es el más largo realizado por la mano del hombre.
Al visitar China no puede dejar de conocer el Bund Shanghai, zona exclusiva constituida por 52 edificios donde se ubican bancos de varios países, así como algunos de los edificios más emblemáticos de la etapa colonial europea. Situada a orillas del río Huangpu, frente al barrio de Pudong, abarca desde el puente Baidu hasta un kilómetro y medio adelante.
Texto: Amura ± Foto: Cristina Cárdenas