La aventura infinita

El mar Caribe, también llamado mar de las Antillas, aun siendo uno de los más extensos del  mundo con un área aproximada de 2.763.800 km² (1.063.000 mi²), y  una edad estimada de entre 160 y 180 millones de años, se mantuvo oculto del “viejo mundo”, es decir Eurasia, que, aun sin haber llegado nunca a África y los confines de Asia, conocían de la existencia de Japón y Sudáfrica.

 

 

“ Este acontecimiento es tan trascendental y tan importante que hemos de decir que es el acontecimiento más importante de la historia. Porque existe en la historia universal un hombre anterior al descubrimiento de América, y un hombre posterior al descubrimiento de América (…) cobra el hombre por primera vez una noción cabal del mundo en que vive. Ya conoce su planeta, ya sabe que es redondo, lo va a explorar ahora a sabiendas de adónde va. Por primera vez en la historia sabe él en qué mundo vive.”
Alejo Carpentier

 

 

La llegada de Cristóbal Colón al “nuevo mundo” cursó necesariamente las aguas del Caribe, que baña singulares territorios; algunos de los cuales son: en América del Norte: México; en América Central: Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá; en América del Sur: Colombia y Venezuela; en las Antillas: Antigua y Barbuda, Barbados, Cuba, Dominica, Granada, Haití, Jamaica, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía,  Trinidad y Tobago. Territorios dependientes de Estados Unidos: Puerto Rico e Islas Vírgenes; de Francia: Guadalupe, Martinica, San Martín y San Bartolomé; de Reino Unido: Anguila, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, y Montserrat; de los Países Bajos: Aruba, Bonaire, Curazao, San Eustaquio, Saba y San Martín. Además de los archipiélagos: Islas de Barlovento, islas de Sotavento, de los Roques, San Andrés y Providencia, islas del Maíz, islas de la Bahía, Los Canarreos,y los Jardines de la Reina. También incontables cayos e islotes. Cada uno de estos países contienen en sí toda la belleza y la posibilidad de vivir grandes aventuras marineras, históricas, culturales y turísticas.

 

 

 

DIVERSIDAD CARIBE

El océano Atlántico se comunica con el Caribe a través del Paso de Anegada entre las Antillas Menores y las Islas Vírgenes, y el Paso de los Vientos localizado entre Cuba y Haití, primordial ruta entre los Estados Unidos y el Canal de Panamá. El canal de Yucatán lo une con el Golfo de México entre la Península de Yucatán y la isla de Cuba. La temperatura del agua se mantiene entre 21 y 32,2 °C al año. El Caribe vive anualmente una temporada de huracanes entre los meses de junio a diciembre. Sin embargo, es posible prever la trayectoria de estos colosos atmosféricos, que tienen un lado benéfico al contribuir a mitigar el duro clima del norte de Europa.

 

Se estima que en el Caribe coexisten 13.000 especies de plantas, muchas de ellas endémicas; 450 de peces, 600 de aves, 500 de reptiles, 170 de anfibios, 90 de  mamíferos, como el Manatí (en peligro de extinción), el Almiquí (endémico de las Antillas) y la ballena jorobada entre otras especies migratorias. Es el hogar de animales asombrosos como pez vela, mantarraya gigante, raya águila, tiburones ballena y toro. Los arrecifes de coral caribeños representan el 7% del área total a nivel mundial, y constituyen un complejo hábitat que proporciona un refugio ideal donde viven muchas criaturas: esponjas, peces, medusas, crustáceos, tortugas y moluscos; las Corrientes están cargadas de plancton, que es la base de la cadena alimenticia en el mar, y que alimenta desde diminutos animales, entre ellos a los pólipos de coral, hasta gigantes como el tiburón ballena. Bajo el agua se encuentra una espectacular sucesión de volcanes, barrancas, llanuras, cordilleras, precipicios, dando lugar a una de las más asombrosas topografías submarinas del mundo.

 

 

La emperatriz Josefina de Beauharnais, primera esposa de Napoleón Bonaparte, nació en la isla de Martinica; navegantes y piratas famosos surcaron sus aguas: Barba Negra, Francis Drake, Henry Morgan, etc. El caribe inspiró Robinson Crusoe, obra de Daniel Defoe, y La isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson.

 

Se  trata de un mar turístico por excelencia visitado por cerca de 12 millones de personas al año. Es una de las principales rutas de los cruceros, y posee playas prístinas de una hermosura indescriptible, territorios paradisíacos y un sinfín de atractivos naturales para paseos en yate o catamarán, para nadar, surfear, practicar pesca submarina, deportiva y de mar abierto. Alberga verdaderos oasis que buscan los amantes del buceo y el windsurf. Es posible participar en regatas, remar en kayak, entre otros deportes acuáticos, así como también realizar expediciones marítimas, observar su flora y fauna. Hay innumerables puertos, bahías, calas, ensenadas, e islas por descubrir. Mundialmente reconocido  por la perfección de sus playas, parques nacionales marinos, selvas exuberantes, vastos manglares y grandes lagunas, santuarios de anidación de aves migratorias, regiones ecoturísticas y de investigación.

El Caribe brinda un universo infinito de posibilidades que permiten disfrutar del sol, la arena y el magnífico tono multicolor de sus aguas cristalinas; contagiarse del  espíritu bohemio y artístico por naturaleza de sus habitantes; pasar un día en un rincón solitario e inexplorado. En las costas hay una buena variedad de marinas con diferentes servicios para llegar en yates privados. 

 

 

 

 

Texto: Mariana Mares ± Foto: images ALT / PAUL TOOD / claude.dupra / comimages / © Michael Wood