Hay un sinnúmero de preconcepciones sobre lo que Irán es como país. La mayoría de lo que la gente alrededor del mundo percibe de Irán es consecuencia de la forma en que los medios y la política occidentales lo presentan y del prejuicio que esto ha generado contra el Islam. Todo quien ha visitado Irán y ha conocido a su gente, que ahora representan lo que una vez fue el Imperio Persa, siempre están de acuerdo en una cosa: Irán no es nada de lo que pensaron que iba a ser. Exploremos esta antigua nación que se ha mantenido en secreto para el resto del mundo, pero que está ansiosa por darles la bienvenida a todos en su tierra sagrada. Pero, ¿cómo podemos siquiera empezar a describir a una nación tan llena de historia, cultura y diversidad natural? Impredecible, misteriosa, conservadora, ancestral y profundamente religiosa son solo algunos de sus rasgos que podemos observar a primera vista; si nos adentramos en ella, nos revelará mucho más.

Encontramos a Irán en Asia occidental, rodeada por el mar Caspio al norte, el golfo Pérsico al suroeste y el golfo de Omán al sureste; los dos últimos están separados por el Estrecho de Ormuz, una vía fluvial de suma importancia para el transporte marítimo y el comercio. Irán también limita con los montes Elburz en el norte y las montañas de Zagros en el oeste. Los principales desiertos del país son Dasht-e Kavir (Gran desierto de sal) y Dasht-e-Lut (Desierto de arena y piedra) –considerado como Valor Universal Excepcional por la UNESCO–, ambos conocidos por sus temperaturas extremas, tanto bajas como altas, que provocan que sus dunas de arena (tan hermosas como son mortalmente peligrosas) sean inhóspitas durante todo el año.

 

 

           

 

 

 

 

 

Una de las civilizaciones más antiguas de la historia

La historia de Irán se remonta a hace varios milenios, pero el primer período neolítico no se ha estudiado adecuadamente para determinar el origen de la presencia humana en estas regiones. El período Proto-elamita, entre 3400 aC y 2500 aC, se considera la civilización más antigua de Irán, seguida por Elam (2500 - 644 aC), "La tierra de los dioses", la cual mostró mayores avances que las que se encontraban en China, Fenicia y Grecia en esas épocas. A partir de ese momento, las dinastías gobernaron Persia durante muchos siglos; los imperios surgieron y asimismo cayeron. El Imperio Mediano (728 - 550 aC) fue encabezado por Deioces, cuyo hijo, Fraortes, derrotó a los asirios. Ciro el Grande dirigió una expedición para conquistar el mundo conocido,mientras que fue en el Periodo Helenístico (323 - 141 aC) cuando Alejandro conquistó Persia, las leyendas cuentan que permitió que sus tropas saquearan Persépolis en venganza, ya que Jerjes I había quemado la Acrópolis de Atenas, solo para expresar arrepentimiento mientras la ciudad ardía en llamas. Mitradates I lleva el título de fundador del gran Imperio de Partía (247 aC - 224 dC), que vio grandes avances tecnológicos y económicos. Posteriormente, el Imperio Sassanida (224 - 651 dC) se apoderó de Irán cuando cayó el Imperio de los Partos, y fue durante el gobierno de Shapur el Grande que el Zoroastrismo surgió y se convirtió en la religión principal. Persia fue luego conquistada por los árabes musulmanes en los años 600, y el Islam fue introducido al pueblo. Más tarde, entre 1219 y 1353, los mongoles ocuparon Persia y fueron responsables de devastadoras pérdidas y destrucción. La dinastía Pahlavi fue la última antes de ser derrocados en la Revolución Islámica a finales de los años setenta. Dinastía tras dinastía y conflicto tras conflicto, esta nación sigue en pie.

 

 

 

 

Hoy en día, Irán ha visto incesantes disturbios e inestabilidad política. La guerra con Irak en los años 80 y la controversia, particularmente con Estados Unidos, causada por el programa nuclear de Irán, ha creado una imagen negativa de este país. Pero la verdadera esencia de la cultura iraní, con su magnánima historia persa, grandes valores y profundo respeto se encuentra en su gente, sus costumbres, sus creencias, su forma de ver la vida y también la arquitectura de las ciudades, el arte y los símbolos que representan el pasado y de igual forma construyen el futuro de Irán para las nuevas generaciones.

 

 

 

 

 

Las maravillas arquitectónicas de Isfahán

Isfahán es la ciudad más impresionante de Irán, una joya por descubrir. Decir que la ciudad de Isfahán es especial y eterna es ser humilde; Isfahán es mucho más. Fue la capital de Persia dos veces y conserva con orgullo la sombra de aquella antigua gloria con su famosa arquitectura, tesoros, jardines y bazares.

La plaza Naqsh-e-Jahan, uno de los muchos sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Irán, está considerada como una de las plazas más hermosas y más grandes del mundo: un monumento de la arquitectura islámica de 89,600 metros cuadrados. La imponente plaza, cuyo nombre significa “Imagen del mundo”, es el hogar de la colorida Mezquita Imam, construida en 1612 y considerada como una obra maestra. Las mezquitas son lugares sagrados de oración y adoración, y como tales, hay algo divino en la forma en que se diseñaron y construyeron sus estructuras: meticulosos azulejos, piedras talladas, piedras preciosas y arte magistral están presentes en cada centímetro de estos edificios, e Isfahán alberga 163 de ellos.

La Mezquita Sheikh Lotfollah, ubicada en el lado este de la plaza, junto al Gran Bazar de Isfahán, cuenta con algunos de los mejores mosaicos de todo Irán, con diseños intrincados y dimensiones perfectamente proporcionadas. También ubicado en la plaza, Kakh-e Ali Qapu fue construido como residencia para Shah Abbas I, el sexto rey de la dinastía Safavid. El palacio mide 37 metros de altura y tiene una magnífica terraza que ofrece increíbles vistas del paisaje iraní. Al otro lado del Gran Bazar –que también se recomienda como una experiencia imperdible–, encontramos el Masjed-e Jâmé (mezquita del viernes), el edificio más antiguo que se conserva en Irán. Representa la evolución en la construcción de mezquitas desde el siglo VIII, durante la dinastía Omeya, cuando surgió el estilo arquitectónico de cuatro iwan (una sala rectangular) y se adoptó en la región.

También declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Palacio de Chehel Sotoun fue construido para Shah Abbas II, el séptimo rey Safavid, y lo utilizó principalmente para fines oficiales y para entretener a sus invitados. El palacio alberga frescos y cerámicas que representan eventos históricos; muchas otras de sus piezas ahora se exhiben en diferentes museos.

Otra pieza de increíble arquitectura es el Monar Jonban, un distinguido monumento construido en el siglo XIV. Sus famosos minaretes, que se elevan por encima de la estructura principal, están bellamente decorados y cuidadosamente diseñados para balancearse con el viento. La Catedral de Vank, por otro lado, una exhibición inusual de arquitectura cristiana-armenia (con el inevitable diseño islámico) en Irán, fue construida en el siglo XVII durante la Guerra Otomana. Los puentes sobre el río Zayandeh también ofrecen vistas increíbles. El puente de Khaju es un ejemplo de ello. Construido a mediados del siglo XVII, es el puente más antiguo de Isfahán. El puente tiene cuatro pisos de altura, mide 105 m de largo y cuenta con 23 arcos.

 

 

 

 

 

 

 

 

Las virtudes de Teherán

Teherán es la capital de Irán, dueña de sus propias maravillas, y aunque no es conocida como la ciudad más hermosa de Irán, tiene mucho que ofrecer como centro de la cultura iraní moderna, el verdadero corazón del país. El Gran Bazar en Teherán ofrece una experiencia única, donde puedes adentrarte en sus laberínticos pasajes para encontrar todo lo que puedas imaginar: restaurantes, joyerías, alfombras tradicionales, ropa, oro, frutas y verduras, bolsos, recuerdos, accesorios, cerámica, y mucho más. Descubrirás que Teherán es una ciudad muy concurrida; el tráfico suele ser denso y caótico; y el smog es visible en el cielo, pero hay muchos sitios que harán que tu visita a la ciudad más concurrida del país lo valga. 

El Palacio de Golestán es un lugar majestuoso que comprende 17 estructuras de la era Kayar que incorporan aspectos de la arquitectura persa con influencias occidentales, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Una visita a este sitio te llevará a un viaje nostálgico de riqueza y opulencia. Muchos edificios se han convertido en museos donde se puede aprender sobre la historia del palacio.

Un punto de referencia famoso para Teherán es la Torre Azadi (Borj-e Azadi), un monumento construido en 1971 para honrar el 2,500 aniversario del Imperio Persa. Azadi significa “libertad”, y se convirtió en el nombre de la torre después de la Revolución iraní. La torre se eleva a 50 m en medio de la pintoresca plaza, y puedes subir al último piso, ya sea por una escalera o un ascensor; además, tu boleto de admisión incluye una visita al museo subterráneo. ¡No te lo pierdas!

 

 

 

Otros museos que vale la pena visitar son el Museo Nacional de Irán y el Tesoro Nacional de Joyas. El Museo Nacional, abierto desde 1837, resguarda varias colecciones de tesoros arqueológicos, islámicos y persas; alrededor de 300,000 de ellos. Las colecciones incluyen cerámica prehistórica y herramientas que datan de antes del año 1000 aC, esculturas, grabados, escrituras que van desde obras de poetas como Nezami Sadi y Hafez hasta escrituras sagradas, cristalería, alfombras, textiles, piezas de arte y artesanías tradicionales persas-iraníes. El Tesoro Nacional de Joyas, por otro lado, es donde se guardan las gemas, los diamantes, las esmeraldas y, en general, las piedras más preciosas que alguna vez fueron propiedad de las antiguas dinastías persas, y que ahora puedes ver si visitas el Banco Central de la República Islámica de Irán.

Un paseo por el galardonado Puente Tabi'at (“Naturaleza” en persa) te introducirá al futuro de Irán. El puente fue diseñado para conectar múltiples puntos, con dos parques públicos en cada extremo: Abo Atash Park y Taleghani Park. El objetivo es brindar a los peatones la oportunidad de interactuar con un entorno urbano moderno y unificado que ofrece impresionantes vistas de las montañas y de la ciudad.

Para una escapada a la exuberante naturaleza, puede visitar los montes Elburz. Encontrarás excelentes oportunidades para escalar en las estaciones más cálidas y condiciones perfectas para esquiar en el invierno. Puedes explorar las villas de los alrededores, conocer a los lugareños y degustar deliciosos platos iraníes. Las montañas ofrecen una gran variedad de alojamiento dependiendo del tipo de aventura que desees experimentar. Las atracciones principales son los Castillos de los Asesinos: Alamut, Lambsar y Rudkhan son los más famosos. Antiguas fortalezas y ahora espectaculares ruinas, cada castillo tiene su propia historia de guerra y leyenda que ha inspirado muchos relatos contemporáneos, y puedes visitarlos en una excursión de dos o tres días.

 

Shiraz: la joya de Irán

Shiraz es una de las ciudades más fascinantes de Irán; quizás la más romántica, hogar de poetas y jardines llenos de color. Ahora es la capital de la provincia de Fars y uno de los lugares más buscados por los turistas. Debido a que la ciudad está ubicada en la región sur de Irán, sus tierras fértiles solían ser prolíficas productoras de vino, pero como el alcohol está prohibido en Irán, solo podemos apreciar el legado que dejó.

 

 

 

 

 

"Bendita sea Shiraz en su estado incomparable / Que Dios Todopoderoso la proteja contra su deceso"
– Hafez

 

La arquitectura impresionante no es nada nuevo en Irán. Las tradiciones del país están profundamente arraigadas en el Islam; las oraciones y la adoración son una parte importante de la vida diaria. Es por esto que las mezquitas son tan importantes en todo el territorio, tanto para los locales como para los extranjeros. Puedes encontrarlas en varias representaciones que han evolucionado a lo largo de los siglos. La más famosa de Irán es posiblemente la Mezquita Rosa (Nasir al-Mulk), terminada en 1888 después de 12 años de construcción. Una visita a Nasir al-Mulk al amanecer se convertirá en una de las vistas más impresionantes que hayas presenciado. El patio, el museo y la galería de arte complementarán tu visita. Otro lugar sagrado de igual forma espectacular es el Santuario de Shah-e-Cheragh, con paredes interiores brillantes cubiertas de vidrio y azulejos multicolores. Shah-e-Cheragh es un monumento funerario que alberga las tumbas de los hijos de Müsã al-Kãdhim, el séptimo imán chií –es simplemente una experiencia que no puedes perderte.

El poeta Hafez es percibido con orgullo y respeto en la cultura persa. Una visita a Shiraz debe incluir un paseo por los jardines de la Tumba de Hafez, donde se pueden leer fragmentos de su poesía grabados en algunas superficies del sitio. Shiraz es también el lugar ideal para visitar los jardines persas. Aromático, cautivador y colorido, el jardín de Eram es puramente persa, ubicado junto al río Khoshk. La etimología de la palabra eram proviene de iram, que significa “cielo” según el Corán y, por supuesto, el jardín es como un pequeño pedazo de cielo en la tierra. Igualmente celestial, la Casa Shapouri, una mansión histórica de la era Pahlavid, es considerada un monumento nacional. La estructura fue diseñada por Abolghasem Mohandesi, un renombrado arquitecto de principios del siglo XX. El sitio es perfecto para relajarse en su cafetería, explorar el hermoso jardín de 4,635 m2 o visitar la exposición de arte.

Karim Khan Arg es uno de los monumentos más impresionantes que ofrece la antigua ciudad de Shiraz. La ciudadela se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII, cuando la dinastía Zand gobernó en Irán. La estructura fue construida como una fortaleza con ladrillos ornamentales y cuatro torres –una de las cuales está ligeramente inclinada. También sirvió como prisión durante un tiempo. Ahora puedes visitar su hermoso jardín persa, sus obras de arte y aprender sobre su historia.

 

El legado de Persépolis

El núcleo de la identidad iraní se basa en el poderoso Imperio Persa. Persépolis es un símbolo de antigua gloria, de la cultura aqueménida, de destreza económica y política. Construida alrededor de 515 años antes de la Era Común, la ciudad de Persépolis fue testigo del auge y la caída del imperio que fundó Ciro el Grande. La ciudad cayó bajo la mano de Alejandro, no Magno, sino el Destructor, como se le conoce en Irán. Saqueadas y reducidas a cenizas, las ruinas ahora son un recordatorio de su grandiosidad y de orgullo iraní. Puedes visitar el sitio arqueológico y ver la magnificencia de la Gran Escalera, la Puerta de todas las Naciones, los palacios Tachara y Hadish, la sala del Trono, junto con el trabajo de bajorrelieve en las paredes y columnas. Muchos turistas viajan a Irán solo para visitar Persépolis, y no te puedes perder la oportunidad de ver los vestigios de este antiguo imperio.

 

 

Yazd: la ciudad desértica que nunca olvidarás

Yazd, ubicada en el corazón de Irán y rodeada de dunas de arena, es un lugar que te permitirá viajar en el tiempo. Se puede ver la evolución de la ciudad que coexiste con las estructuras distintivamente persas, construidas principalmente en adobe, y que se han mantenido intactas durante milenios.

Este es también el lugar donde puedes experimentar los desiertos de Irán. Es considerada una de las ciudades más antiguas del país y fue líder prominente en el zoroastrismo durante siglos antes de que se impusiera el Islam después de la conquista árabe. Ateshkadeh es el único templo de fuego que alberga el Atash Bahram (Fuego victorioso). La leyenda dice que el fuego en el interior ha estado ardiendo desde 470 aC, y aunque a primera vista no es un lugar que se destaque en comparación con otras maravillas arquitectónicas, vale la pena si quieres aprender más sobre una de las religiones más antiguas del mundo.

 

 

 

 

El Complejo Amir Chakhmaq, por otro lado, es un lugar que debes visitar si te encuentras en la ciudad de Yazd. Amir Chakhmaq es un espectáculo impresionante por la noche, cuando el cielo está oscuro y la iluminación de los nichos ilumina toda la estructura. Fue construido en el siglo XV durante la dinastía Safavid, y ha sido renovada; la fachada original sigue en pie. También debes visitar la mezquita Jãmeh de Yazd; es una hermosa exhibición de azulejos, inscripciones y caligrafía, con dos minaretes de 48 m de altura que flanquean el portal (visibles desde fuera de la ciudad), un patio y la exquisita cúpula que se ha convertido en un punto de referencia para Yazd. En el interior, encontrarás visitantes que muestran su respeto con oraciones y un pequeño museo.

Muchos viajeros están de acuerdo en que, cuando están en Yazd, ver la puesta de sol desde las azoteas es una experiencia que nunca olvidarás. Puedes encontrar una cafetería o restaurante en una azotea, o un hotel acogedor con un lounge en la azotea, o simplemente aceptar la invitación de un amable local para presenciar este evento tan fascinante. Yadz te cautivará de muchas maneras y se quedará contigo después de adéntrate en las estrechas calles y pasajes, mientras experimentas el viejo Irán con su personalidad tradicional y te conviertes así en parte de su rica historia.

 

Un destino tropical desconocido

Después de los hermosos jardines de Shiraz, el ambiente urbano en Teherán con la cordillera en el fondo, la impresionante arquitectura de Isfahán y los magníficos desiertos de Yazd, algunos podrían pensar que ya no queda mucho por ver en Irán, pero solo tienes que dirigirte hacia el sur para disfrutar del lado tropical de este diverso país.

Kish se volvió una próspera isla turística en la década de los 70, cuando los nuevos desarrollos turísticos convirtieron las playas en uno de los destinos más populares para los viajeros que buscan lujo, playas de arena blanca y comodidad. Kish, a diferencia de la parte continental de Irán, no requiere una visa de entrada para una estadía de 14 días. Famosa por la calidad de sus perlas, esta isla se encuentra al noreste del Golfo Pérsico, a 17 km del resto de Irán. La historia de la isla se remonta a unos 3,000 años. Solía ser un puerto crucial para el comercio debido a su ubicación estratégica. Ahora disfruta de un estatus de libre comercio y un ambiente más relajado.

Kish tiene algunos de los mejores lugares para practicar tus habilidades de buceo en sitios como la playa de Marjan; también puedes explorar la costa y apreciar la vida marina. Los corales son extremadamente importantes para el ecosistema y atraen innumerables especies de peces que se pueden observar mientras nadas en el mar. Puedes visitar el acuario local o el parque de delfines e ir en bicicleta por las pintorescas calles de la isla. Además puedes visitar el sitio arqueológico de la Ciudad Harireh (o Ciudad Subterránea de Kariz) para explorar sus túneles antiguos. Las islas Qeshm, Hendorabi y Hormoz, aunque son más tradicionales y menos lujosas que Kish, también ofrecen grandes oportunidades para los turistas que incluyen pesca, buceo, vela, playas vírgenes, casas de té, sitios históricos y más.

En general, Irán es un país que esconde muchas virtudes. Podemos perdernos en la cultura persa, su historia, su diversidad natural y su asombrosa arquitectura, y aun así nunca apreciar lo que realmente es Irán. Visitar Irán siempre es una agradable sorpresa, una que debe estar en primer lugar de tu bucket list y una que llevarás en tus recuerdos para siempre.

 

 

 

 

Texto: Donovan White ± Foto: Imam square / Qashqai / Untold Persia / ran travel guide / WOF / © All Rights Reserved. Land of Turquoise Domes Tour and Travel Company / wpfd / kivt decor / Wikipedia / Imguar /Katharina / G Architect / Speak Seazy / Feng Wei / Victorillen / Wikimedia / Wikipedia / Feng Wei / Dario Monelli / Surfiran / Dreamstime / Kanet2d / Wikipeida / Static Uglu Edge / Iran Tourism / ONT / Azis Nasuti / Majestic adventure / IIMT INS / © All Rights Reserved. Land of Turquoise Domes Tour and Travel Company / Shia Followers / Speak zeasy / Iran travel guide / Wikipedia / Pexel