Linaje de grandes navegantes

Aunque pequeño por su extensión territorial, Portugal es un hermoso país que ha sabido conquistar y resistir, pero también contar con la sabiduría de soltar y liberarse. Pueblo respetuoso, valiente y amable que en el fado, la música típica portuguesa, desahoga toda su nostalgia y melancolía.

 

Historia, turismo y negocios.

Es con inmenso placer que colaboro en esta edición de la revista Amura dedicada a Portugal. 

Portugal es un país localizado en la periferia occidental de Europa y tiene casi nueve siglos de historia. Su independencia fue proclamada en 1143 y desde el siglo XIV tiene fronteras bastante estables con España que se han  mantenido prácticamente inalteradas. 

Es miembro de la Unión Europea desde 1986, y tiene el Euro como su moneda. A lo largo de su historia tuvo una vocación irremediablemente  marítima traducida en la construcción de un imperio en el  Oriente en los siglos XV y XVI que se alargaba desde Ormuz (Irán) hasta Goa (India) y Malaca (Malasia). Los navegantes portugueses llegaron también a Macau (en el sur de China), a mediados del siglo XVI, y la administración portuguesa de aquel enclave se mantuvo hasta finales del siglo pasado. Otros navegantes llegaron a Japón (Puerto de Nagasaki) durante el mismo periodo e introdujeron las armas de fuego en aquel país, que vinieron a cambiar decisivamente la historia de Japón.  

 

 

 

En América Latina, Pedro Alvares Cabral descubre en 1500 Brasil en un viaje que se especula todavía al día de hoy si fue intencional o casual. La presencia portuguesa se alarga durante un corto periodo a la colonia de Sacramento en Uruguay. En África, los portugueses conquistan Ceuta en 1415 y su presencia se alarga progresivamente, hacia el sur y occidente de aquel continente hasta  consolidarse en la creación de colonias como Angola, Mozambique, Guinea Bissau, Cabo Verde y San Tomé y Príncipe. 

Esas colonias obtienen su independencia en 1975 después de la revolución democrática en Portugal que ocurrió el 25 de abril de 1974. El imperio colonial portugués fue el primero que se construyó y el último en desintegrarse con la independencia de Timor Leste (extremo Oriente) a finales del siglo XX.

El portugués es hablado por cerca de 250 millones de personas, siendo la sexta lengua más hablada en el mundo y la primera en el hemisferio sur. Nueve países tienen al portugués como lengua oficial en América Latina, Europa, África y Asia dando a este idioma una dimensión verdaderamente universal. 

En el sector del turismo, que interesa particularmente a los lectores de esta revista, Portugal es visitado actualmente por cerca de 12,5 millones de turistas al año para una población de 10,5 millones de habitantes. Sus zonas turísticas más conocidas son Lisboa, Estoril y Cascais a 20 kilómetros de la capital, Algarve -al sur del país que tiene las playas más famosas y el mar más caliente de Portugal-, Porto -la capital del norte, que tiene seis puentes y donde se produce el famoso vino de Oporto- y el santuario de Fátima, que es visitado por casi todos los turistas mexicanos que viajan a Portugal y se localiza apenas a una hora en auto al norte de Lisboa. Los archipiélagos de los Azores y de Madeira, que se sitúan  a 1500 kilómetros al occidente de Portugal Continental son también un motivo de atracción turística. 

 

 

 

Portugal ha tenido bastante éxito en la modernización de su oferta turística en los últimos 25 años. Así, como también la gastronomía mundialmente famosa, muy conocida por la calidad de sus pescados, mariscos, dulces y vinos y de sus playas, otros sectores turísticos se han desarrollado en los últimos años. En el área del turismo rural, se construyó una oferta hotelera de centenas de hoteles hacienda en el país, que es muy solicitada sobre todo por turistas del norte de Europa. En el sector del turismo cultural e histórico, se construyó una red de 45 posadas que resultaron, en gran medida, de la conversión de castillos y monumentos históricos en hoteles de pequeña y mediana dimensión. La ciudad de Fátima se modernizó como destino religioso, fue construido un nuevo santuario y es visitada por más de un millón de turistas al año, sobretodo en el periodo del 13 de mayo y 13 de octubre que corresponde a las seis apariciones de Nuestra Señora de Fátima a los pastorcitos en 1917. Instalaciones deportivas modernas fueron construidas por todo el país y acogen durante todo el año deportistas nacionales y europeos, provenientes en su mayoría, de los países más fríos de Europa. Los mejores campos de golf del continente Europeo fueron construidos en el sur del país, especialmente en los últimos 20 años.

Una palabra muy especial para el turismo relacionado con los deportes náuticos: la vela es un deporte practicado tradicionalmente en Portugal, sobre todo en el eje geográfico Lisboa-Cascais. El surf ha tenido gran expansión en los últimos 10 años, siendo las zonas de Ericeira y Peniche -un poco al norte de Lisboa-, palco de importantes competiciones mundiales de este deporte. Hay que destacar la fama que adquirió recientemente la playa de Nazaré, debido a sus enormes olas en los meses de invierno que hacen parte ya del “Guiness Book of Records” como algunas de las olas más altas alguna vez surfeadas.

Portugal tiene cerca de 2000 kilómetros de litoral continental y cerca de 620 kilómetros cuadrados de talud continental profundo, que incluyen ríos y presas. Es también para quien viene del continente Americano la puerta de entrada a Europa. Además, los archipiélagos de Azores y Madeira disponen de condiciones únicas para la actividad de deportes acuáticos y la pesca. 

En términos globales el número de embarcaderos y puertos de recreo en Portugal es aproximadamente cuarenta, y el total de lugares disponibles cerca de diez o doce mil. La mayoría de estos lugares se encuentra en las regiones de Algarve y Lisboa, siendo el cincuenta por ciento de los 2700 lugares existentes en Algarve, ocupados por embarcaciones extranjeras. La calidad de los proyectos de los embarcaderos efectuados en los últimos 15 años es considerada de alta calidad. La creación de nuevos embarcaderos y la modernización de antiguas zonas de carga y embarcaderos de recreo han dado, a lo largo de los últimos años, una importante contribución para la recalificación de las zonas ribereñas, debiendo destacar las intervenciones modernizadoras realizadas en Lisboa en la zona de carga (Alcântara) y del Parque de las Naciones (zona Oriental). 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el plano cultural, la canción tradicional de Portugal se denomina fado y tiene seguidores en este país, que conocen artistas como Teresa Salgueiro, Dulce Pontes y Marisa. Este año, grandes cantantes actuales del fado moderno y clásico, como Cátia Guerreiro y Deolinda van a estar presentes en octubre en el Festival Cervantino y harán  una gira por varias ciudades de México. En noviembre, la famosa cantante Ana Moura dará dos espectáculos en esta capital. 

La modernidad de Portugal es poco conocida en México, pero la inversión de empresas portuguesas en este país ha aumentado significativamente en los últimos años. Portugal dispone de una red de carreteras que corresponde a más de cincuenta por ciento de la red de carreteras nacionales. Setenta por ciento de la energía eléctrica es producida a través de energías renovables y todas las escuelas públicas en Portugal tienen conexión a internet, y los alumnos disponen de computadoras en la secuencia de un programa público lanzado a partir de 2007, denominado “E-escuela” y que dio por resultado la completa informatización de la red escolar. En ese contexto, fueron distribuidas por el Estado cerca de 2 millones de computadoras. En el área de gobierno electrónico, todos los ciudadanos portugueses disponen de un “cartão do cidadão”, que engloba datos de seis documentos públicos y un pasaporte electrónico, que evita la revisión de funcionarios de aduanas en el espacio europeo llamado “Espacio Schengen”. Asimismo es posible crear una empresa en un promedio de 38 minutos por vía electrónica. 

Tuvimos, recientemente, el privilegio de contar con la presencia del Presidente Peña Nieto en Portugal, que realizó una visita de Estado a mi país del 5 al 7 de junio. Durante esa visita, fue posible concretar cinco importantes negocios e inversiones en las áreas de infraestructuras, ambiente, energías renovables y turismo. 

En el sector de energía, destaco que la empresa Martifer Solar construyó hace poco en México, el parque de energía solar fotovoltaica más importante da América Latina, en la Ciudad de La Paz (132 mil paneles solares). La empresa EDP Renováveis, la tercera mayor empresa de energía eólica del mundo, va a construir un parque eólico de 150 megawatts de capacidad instalada en el estado de Coahuila, y realizará una inversión de cerca de 370 millones de USD. El proyecto será concretado en conjunto con el grupo industrial Peñoles, uno de los mayores grupos mineros del mundo. 

 

 

 

 

 

En el área de infraestructuras, la empresa Mota-Engil se ha consolidado como una de las cinco mayores empresas operando en México. Tiene presencia en más de diez estados, y sus actividades incluyen la construcción de carreteras, ferrovías y ambiente (recolecta de basura).

En el plano de las tecnologías de educación, el consorcio E-xample, compuesto por 26 empresas portuguesas, está presente en México desde 2011, y sus soluciones tecnológicas (“hardware”, “software” y contenidos digitales) han sido adquiridas por la Secretaría de Educación Pública, y que ya están presentes en doce estados de México. 

En el próximo día 13 de octubre, va a ser inaugurada una grandiosa exposición fotográfica sobre Portugal, compuesta por 124 fotografías, en el Paseo de La Reforma (rejas de Chapultepec). Será una oportunidad única para conocer mucho de lo que Portugal tiene para ofrecer actualmente, desde la gastronomía hasta las playas y el mar, de las modernas tecnologías a los monumentos históricos, y de las tradiciones de toros a las infraestructuras marinas. 

Por último, invito a los lectores de Amura a consultar la página “Elija Portugal” en Facebook, donde podrán encontrar información actualizada sobre la realidad portuguesa y actividades de la comunidad y empresas en México.

 

 

Modus Vivendi

Portugal es el país soleado de Europa por excelencia, ya que alrededor de 250 días al año recibe el Sol, lo cual resulta muy conveniente si se conjunta con la enorme cantidad de playas que satisfacen las expectativas de toda persona que vacaciona en ese país.   

Compartiendo la península ibérica con España, se encuentra a pocas horas de cualquiera de las capitales europeas. Cuenta con comunicación por aire, mar y tierra, ofreciendo un ambiente tranquilo y abierto, lo que hace de Portugal un foco de atracción para los visitantes que llegan de todas partes del mundo.

Posee las fronteras más antiguas de Europa, y le caracterizan amplia diversidad de paisajes que cubren toda la gama de opciones como montañas, planicies, bosques, volcanes, lagos, playas de todo tipo, ciudades modernas, pueblos encantadores por sus tradiciones, y todos están muy cerca unos de otros. En este país, de gente afable e intensa, encontrará gran variedad de opciones para divertirse y un patrimonio cultural resultante de todos los siglos de aventura que vivió el pueblo portugués. La tradición y la modernidad se unen armoniosamente, generando un balance perfecto. Una rica gastronomía que aprovecha los recursos naturales de flora y fauna del país, los excelentes y únicos vinos en el mundo, como los verdes y los de Oporto, aunado a la gentileza y hospitalidad de su gente, completan la oferta turística de calidad que descubrirá al conocerlo. 

Durante 3,000 años, Portugal ha sido testigo del ir y venir de civilizaciones. Su cultura lleva la impronta de fenicios, griegos, celtas, cartaginenses, romanos y árabes. 

En el siglo XV, los intrépidos exploradores marítimos portugueses, encabezados por Vasco da Gama, descubrieron nuevos territorios y dieron origen a la creación de un imperio de ultramar. 

Asimismo goza de una rica historia de navegación y descubrimientos. Mirando hacia el Océano Atlántico desde la Península Ibérica, su historia ha dejado una huella indeleble en la cultura, que se nota en las influencias árabes y orientales, tanto en la arquitectura como en las artes.

País con historia que empuja a la cultura y al saber, posee una de las más antiguas universidades de Europa: la Universidad de Coimbra, fundada en 1290 y ubicada en la ciudad de la que toma el nombre. Una ciudad de estudiantes, sumamente cultural, histórica y con sabor antiguo.

Es importante señalar que Portugal es un país para recorrerse en auto. Con más de 2000 km de autopistas de excelente calidad, la mejor manera de conocer Portugal es en este tipo de transporte. De norte a sur, Portugal tiene 750 km que se pueden recorrer en seis horas. Sin embargo, hay tanto que ver, disfrutar y descubrir que el recorrido le llevará bastante más de ese tiempo estimado.     

Los visitantes optan por alguna de las dos grandes temporadas: la de verano (julio - agosto), cuyo turismo es sobre todo familiar, por coincidir con las vacaciones escolares, y que se concentra en las playas y los deportes al aire libre; o bien la temporada de primavera-otoño (mayo - junio y septiembre), cuyo turismo -más para adultos- busca otras actividades que sean cómodas  y con buena temperatura, como la vendimia en el Duero durante septiembre. 

 

 

 

 

Playa y Sol

El Océano Atlántico baña los 850 kilómetros de larga costa, acompañado de un Sol brillante que dora la piel y calienta el alma. Igualmente, llena de luz y alegría, le acompaña la fina arena blanca de sus playas; ya sean arenales inmensos o pequeñas calas abrigadas entre rocas, donde cada una tiene su propia belleza deslumbrante y sorprendente. 

Algunas son concurridas y muy animadas, otras desiertas e inexploradas, como secretos por descubrir. Pero siempre hay una adecuada para cada gusto y estado de ánimo. Para relajarse tumbados en la arena, para pasear por la orilla del mar, para enamorarse, e incluso, para jugar o para divertirse toda la noche. A pesar de sus muchas diferencias, hay algo que tienen en común: la calidad. Lo que queda patente en el gran número de banderas azules europeas que reciben anualmente, y que certifican las excelentes condiciones e infraestructuras de sus más de 300 playas, debido a su nivel de limpieza y respeto al medio ambiente. El mar, de aguas limpias, presenta distintos temperamentos. Sosegado y tranquilo para descansar, o agitado, con el oleaje perfecto para varios deportes acuáticos que garantizan mucha adrenalina. El mar tiene una temperatura de entre 17° y 18° C, por lo que zambullirse en el mar resulta muy atractivo para los visitantes. 

 

Arte y cultura

Cientos de siglos atrás, Portugal ya se encontraba habitado, aunque sus fronteras -tal como las exhibe en la actualidad- se definieron hace ocho siglos. Esta larga historia se refleja en una cultura única y particular que resulta de la unión de los distintos pueblos que aquí se establecieron y de aquellos que los portugueses fueron encontrando a lo largo de sus viajes de los descubrimientos.

Esta riqueza cultural se halla en las aldeas y en las ciudades, en los monumentos y en las tradiciones, y a todos ellos se fueron sumando influencias que los portugueses han absorbido con creatividad de otras partes del mundo. El mar, siempre tan presente, también moldeó la personalidad lusa y la llevó más allá del continente europeo, permitiendo a los valientes y aventurados portugueses aprender del resto del mundo y compartir con él.

En realidad, Portugal es un espléndido país, lleno de singularidades, como el arte manuelino, los azulejos y el fado, que no sólo son expresiones únicas, y auténticos símbolos de los portugueses, sino también una contribución al patrimonio mundial. Entre monumentos, paisajes y patrimonio inmaterial, Portugal ya cuenta con 16 aportaciones a la lista de la UNESCO.

Al escoger una región, un itinerario o un tema específico, podemos descubrir un acervo y paisajes diferentes en los que todavía se mantiene la autenticidad de las costumbres locales. Digamos que la cultura lusa es un ser vivo que se renueva constantemente.

 

 

Turismo religioso

Ruta de templos, cultos y fiestas religiosas que podemos recorrer movidos por la fe, por una espiritualidad de carácter más universal, o bien por el gusto de admirar la obra creativa de la especie humana que ha dejado tan increíbles muestras en este territorio. Comenzando por Fátima, capital de la paz y uno de los principales lugares de peregrinación mariana de todo el mundo, donde el 13 de mayo cientos de miles de peregrinos llegan a celebrar el día en que la Virgen de Fátima apareció ante los niños pastores en 1917. La noche del 12 de mayo se lleva a cabo la Procesión de las Velas que es un espectáculo digno de vivirse. Los días 13 de mayo a octubre, se conmemoran porque fue siempre en ese día -el 13- en que la Virgen se apareció las 6 ocasiones.

 

 

Escapadas

En Oporto, las ciudades de Braga y Guimarães -patrimonio mundial-, el Parque Nacional del Gerês, el Geo parque de Arouca o el río Duero son opciones que hay que tener en cuenta. Desde Lisboa se llega rápidamente al patrimonio mundial de Sintra, a la costa de Estoril o a los parques naturales de los estuarios del río Tajo o del río Sado. Junto al Sado también tenemos el Parque Natural de Arrábida y las localidades de Palmela, Sesimbra y Setúbal, que ofrecen bellas perspectivas del mar. Un poco más al sur, pero sólo a una hora en coche, queda Évora, que también está catalogada como patrimonio de la humanidad. Al igual que los Monasterios de Alcobaça y Batalha, al norte de la capital, poco después de la medieval villa amurallada de Óbidos. 

 

 

 

 

 

Clima y surfing

Si es usted amante de practicar el surfing, Portugal es un destino obligado. Aquí, el surf se practica todo el año, la extensa costa portuguesa cuenta con buenas olas todos los días, y como hay muchas formas de montarlas, todo depende del talento y de las ganas de aventura de cada uno. De noviembre a febrero, en la playa de Nazaré -como bien lo menciona el Embajador- podrá usted observar un fenómeno poco común en otras partes del globo: las olas gigantes, de hasta 30 metros, como la que montó el año pasado MacNamara, el hawaiano experto en surfing. 

La variedad de condiciones naturales y el clima excepcional proporcionan experiencias inolvidables al alcance de todos, desde los principiantes hasta los más experimentados. 

 

 

 

Turismo Náutico

La extensa costa portuguesa es un paraíso para los amantes de la náutica de recreo, que aquí encuentran un mar a su medida. Algunas zonas están consideradas dentro de los mejores campos de regatas del mundo, y por eso acogen con frecuencia eventos y campeonatos internacionales. En las profundidades del mar, los aficionados al snorkelismo y al buceo pueden descubrir un mundo de biodiversidad, con peces de todos los colores y alguno que otro tesoro histórico hundido.

La historia de Portugal está repleta de hazañas de navegadores que atravesaron mares desconocidos doblando cabos y superando tormentas para alcanzar el otro lado del mundo. Hoy en día, se navega con la ayuda de las más sofisticadas tecnologías, pero a los lusos les sigue gustando el mar, las hazañas, y recibir hospitalariamente, a todos los que les visitan. 

 Los que llegan en barco encuentran -por todo el país- puertos deportivos y de recreo con excelentes infraestructuras y servicios, en los que pueden llegar con seguridad, para después descubrir otros lugares deslumbrantes en tierra firme. La oferta de marinas de alta calidad es amplia en el país, pudiendo anclar cerca de atracciones históricas, naturales o deportivas. 

 

Salud y bienestar

Existen varios programas de salud y de bienestar que cubren las expectativas de todas las personas. Esos momentos de relajación pueden disfrutarse en las termas, con técnicas tradicionales, o gozar de la extensa línea de costa y de las aguas del océano para deleitarse con talasoterapia y sesiones, basadas en los efectos regeneradores de elementos como el vino, el chocolate o las piedras calientes, que pueden encontrarse en los hoteles cinco estrellas y en los spas, proporcionando una sesión de regeneración celular y de adquisición de balance, a través de la meditación y del relajamiento.

 

 

 

 

 

Golf

Portugal posee excelentes campos -casi 80 en el país- en escenarios sorprendentes. Con greens que tienen vista al mar, rodeados de acantilados y dunas de arena blanca, o enmarcados por lagos y montañas, donde los aromas florales se mezclan entre sí ofreciendo fragancias agradables a los sentidos, por lo que resulta casi imposible evitar las distracciones que rompen con la concentración del juego. Los campos de golf portugueses se consideran los mejores de Europa, especialmente los del Algarve.   

Muchos de estos greens fueron diseñados por arquitectos famosos como Henry Cotton, Rocky Roquemore o Arnold Palmer, que tienen en común la integración sutil con la naturaleza que les rodea. Las Azores ofrecen un golf rústico que se practica en un ambiente rural. Los inicios de la práctica del golf vieron su origen en Porto y Norte, y es en Espinho donde se encuentra el segundo campo más antiguo de la Europa continental, así como el más antiguo de la península ibérica, fundado en 1890.

 

 

Lugares que vistar

Este hermoso país provee una interesante variedad de alternativas: kitesurfing en las playas que lo permiten, paseos en bicicleta por montes y valles, escalada o rappel, pasando por la tirolesa para los más arrojados.

Encontrará grandes retos en las olas, tubulares, gigantes o largas, perfectas para el surfing. Podrá practicar el windsurf, la vela y el parapente que llevarán la emoción hasta el rojo vivo. Asimismo es posible practicar rafting, barranquismo y piragüismo en sus ríos, o bien, buscar sus nacimientos en las profundidades de la tierra con la espeleología. Si prefiere menos adrenalina, Portugal también le ofrece paseos a pie y a caballo; y montañismo para observar aves de rapiña en su entorno natural. Igualmente podrá embarcarse para observar delfines, cachalotes y ballenas.

 

 

 

 

 

 

Oporto

Oporto es la puerta de entrada y el punto de partida de un viaje por la diversidad natural y cultural de la región. Es la ciudad de los seis puentes. Se la conoce por el vino de Oporto, que desde aquí parte hacia todo el mundo. Esta zona de montañas y parques naturales, está salpicada de castillos, como el de Guimarães, o santuarios e iglesias que en verano son escenario de romerías. En ciudades como Viana do Castelo, Braga, Lamego, Chaves o Vila Real, encontramos al portugués más auténtico, aquel que le gusta compartir mesa, costumbres y tradiciones. En Braga, junto al río Minho, se produce el famoso vinho verde, único en el mundo. Tradicional y cultural, Oporto fue capital de la cultura europea en 2001, y hoy en día, una interesante ruta que recorre el río visitando las fincas vitivinícolas. Sin duda, una aventura de degustación para los amantes del vino. 

Pero si sólo dispone de unos pocos días para visitar Oporto, hay lugares que no puede perderse. Esta ciudad tiene algo místico que difícilmente, se puede describir y que varía según el lugar, la hora y la luz del día. Seguramente tiene que ver con la gente, conocida por su trato amable y generoso, y también con el Duero, donde se encuentran las bodegas de vino de Oporto -del lado de Gaia- catalogadas como patrimonio mundial. 

La estación de São Bento, con su vestíbulo revestido de azulejos, es el lugar ideal para iniciar su recorrido. Un poco más adelante no se pierda la catedral. Desde allí, podrá bajar por escaleras y calles medievales hasta Ribeira, con sus terrazas y rincones pintorescos. Para luego embarcarse en un crucero bajo los seis puentes de Oporto. Después, le espera el interior dorado de la Iglesia de San Francisco. Saliendo desde el río, el tranvía realiza un recorrido que llega hasta Foz. No muy lejos queda Serralves, con jardines para pasear o descansar, y exposiciones de arte contemporáneo. 

En esta ciudad encontrará restaurantes de todos los géneros para cenar, desde la cocina tradicional hasta la más moderna cocina de fusión de mano de famosos chefs. Una de las especialidades de Oporto es la célebre francesinha, un sándwich con varios rellenos, cubierto de salsa, que no se halla fácilmente en el resto del país. También abundan, y son muy recomendables, los platos de pescado y de marisco frescos, así como los de bacalao o los platos de carne, entre los que destacan las “tripas al estilo de Porto” y el cabrito. Como entrante, siempre se agradece un caldo verde, típico de la región.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cruceros en Portugal

Aquí llegan barcos de todo el mundo, ya sea por el Océano Atlántico, al oeste, o por la ruta de acceso al Mar Mediterráneo, al sur, y a los archipiélagos de Madeira y de las Azores.

Quien llega en crucero encuentra en las ciudades de Oporto, Lisboa y Portimão muchos puntos de interés. Ponta Delgada, en la isla de São Miguel del archipiélago de las Azores, o la ciudad de Funchal, en la isla de Madeira, también reciben a los visitantes que llegan por mar con toda la comodidad y simpatía.

 

Lisboa

Ciudad cosmopolita por excelencia, Lisboa se conoce como la ciudad blanca; nombre que nace de la característica peculiar y única de su luz, que emana del reflejo del Sol en las aguas del río que la atraviesa y que se mezcla con el mar extendiéndose sobre la ciudad por donde corre el Tejo. 

Recorrer la cuadrícula de calles de la Baixa Pombalina que se abre al Tajo en Praça do Comercio, para luego conocer algunos de los lugares más bonitos de la ciudad: la zona espectacular de Belem con monumentos, barrios medievales y zonas de ocio más recientes como el Parque de las Naciones.

Lisboa es una ciudad que hay que descubrir poco a poco, bebiendo lo que aparece en cada barrio, en cada calle. Es una ciudad simpática y segura. Con muchas cosas que ver, pero relativamente pequeña. Resulta ideal para pasar varios días o como punto de partida para pasear por el país. Es antigua, es moderna, y siempre sorprendente.

Descubrir, la Lisboa romana, la manuelina, la barroca, la romántica, la literaria, la bohemia, la nocturna, la ciudad del fado. En realidad, hay muchas formas diferentes: a pie, en tranvía, en segway, en autobús hop-on-hop-off, en un tuk tuk, vista desde el río durante un paseo en barco o desde la otra orilla, después de atravesar el Tajo en un barco tipo cacilheiro. Las sugerencias son infinitas. Sin embargo, hay lugares obligatorios que no puede perderse y que siempre forman parte de la lista. Como el barrio histórico de Alfama y de Castelo, con una de las vistas más fabulosas de la ciudad y del río.

Pasar por Baixa, en dirección a Belem, el barrio de los descubrimientos, con la Torre de Belem y el Monasterio de los Jerónimos, con el original Museo de los Coches o el moderno Centro Cultural de Belem. Y no puede olvidarse de probar los deliciosos pasteles de nata.

En la parte nueva de la ciudad podrá visitar algunos museos de referencia como el Museo Calouste Gulbenkian, en la zona norte; y siguiendo por el río, el Museo Nacional del Azulejo. Se encuentra camino del Parque de las Naciones, la zona portuaria completamente reconstruida con motivo de la Exposición Universal de 1998, que actualmente es un importante espacio de ocio, con un nuevo paisaje urbano. ¡Una ciudad inolvidable! 

 

 

 

Shopping en Lisboa

En la cosmopolita ciudad de Lisboa, todo se encuentra a dos pasos de distancia. Para los lisboetas, Baixa siempre ha sido el lugar por excelencia para hacer compras. La Avenida da Liberdade es una de las principales calles de la ciudad, con árboles centenarios y frescas sombras. Resulta muy agradable para pasear. En este lugar se encuentran hoteles de diseño y de cinco estrellas, marcas famosas, tiendas de lujo, restaurantes y terrazas.

En Baixa, las tiendas más tradicionales quedan al lado de las tiendas de ropa de moda y de las tendencias más vanguardistas. Siempre encantadoras resultan las centenarias Casa das Velas do Loreto, Chapelaria Azevedo o Luvaria Ulisses. Al igual que las antiguas librerías Bertrand, Sá da Costa y Aillaud & Lellos, en las que perderá la noción del tiempo mientras hojea las últimas novedades literarias. De igual manera, las mercerías de Rua da Conceição, que todavía conservan el mobiliario original en el que guardan una infinidad de botones e hilos.

Entre Chiado y Bairro Alto, entre las ruinas del Convento del Carmen, del Museo de Chiado y de la Iglesia de San Roque, también puede ponerse al día de las últimas creaciones de diseñadores.

Bairro Alto aún se considera el barrio más bohemio de la ciudad. Por el día ofrece tiendas de moda urbana, vanguardia y tatuajes. 

Muy cerca queda Príncipe Real, una zona residencial con jardines, terrazas, tiendas de decoración y talleres de diseñadores portugueses. O la Rua de São Bento, conocida por las tiendas de antigüedades. Aquí también se encuentra la Asamblea de la República y la Casa Museo Amalia Rodrigues.

Más dedicado al diseño, el barrio de Santos es una antigua zona industrial litoral que ha atraído a escuelas de arte, estudios de artistas, despachos de arquitectura y agencias de creativos. Este es el sitio elegido por marcas de diseño contemporáneo para sus espacios comerciales de mobiliario y decoración. Asimismo, se encuentra el Museo Nacional de Arte Antiguo, uno de los más importantes de Lisboa.

Si no tiene tiempo para realizar sus compras durante el paseo por los barrios históricos de la ciudad, podrá hacerlo en uno de los centros comerciales: Amoreiras, Colombo y Vasco da Gama, que son los más grandes, pero Campo Pequenho y Saldanha son una alternativa que hay que tener en cuenta. 

 

 

 

 

 

Cais do Sodré

Para seguir la noche y bailar, Cais do Sodré es una de las opciones más concurridas del momento. Esta zona de bares con nombres de capitales del norte de Europa y de países lejanos es ahora una de las más tranquilas de la noche lisboeta, con espacios culturales, restaurantes, bares, clubes y discotecas. 

 

Terreiro do Paço

La puerta de entrada a Lisboa por el río, emblemática por su historia, simbolismo y dimensiones, la Praça do Comercio o Terreiro do Paço fue, hasta hace pocos años, la sede del poder ejecutivo, donde se situaban varios ministerios del gobierno portugués. 

 

Santa Apolónia y Jardim do Tabaco

Al descender por la colina de Alfama encontrará Santa Apolonia y Jardim do Tabaco. Estos nombres siempre han estado asociados a la estación de tren y al puerto de embarque, al que ahora llegan cruceros, y que se deleita con una nueva vida de unos años a esta parte. Restaurantes de referencia y una de las discotecas más populares y concurridas de la ciudad ocupan ahora los antiguos almacenes que prestaban asistencia al puerto.

 

 

Parque das Nações

La amplia zona litoral, en la parte oriental de la ciudad, sufrió una completa transformación para acoger la Exposición Universal de 1998, que dio lugar a un barrio de arquitectura moderna y con muchos espacios comerciales y de ocio. Con paseos junto al río, en los que se encuentran restaurantes y terrazas para comenzar la noche, entre sus otros atractivos se encuentran el Teatro Camões, sede de la Compañía Nacional de Danza, el Pabellón Atlántico, en el que se realizan muchos de los conciertos de la capital, y el Casino de Lisboa, que además de las habituales salas de juego, dispone de espacios multiculturales con música y exposiciones.

 

Portugal y México

150 años de relación diplomática entre estos dos países. Por primera vez, desde que se inauguró este espacio, las rejas de Chapultepec ostentarán una exposición fotográfica montada por un país extranjero. Para conmemorar los 150 años de relación diplomática entre Portugal y México, el 13 de octubre de este año, Portugal inaugurará la muestra de  una colección de 114 fotografías.

 

 

Texto: João Caetano da Silva Embajador de Portugal en México ± Foto: © Getty Images / LISBON SECRETS / bp / WPD / EOS / CLOUDFRONT / ZOOM port ca / ENTRE MAGAZINE / ORBITUR / SYNTORAMA / AMDALU / ABOT