Sub Mariner Date

En pocas piezas de relojería especialmente fabricadas para ser utilizados para bucear, la tecnología toma tanta importancia como en el nuevo Rolex Submariner Oyster Perpetual Date, el cual fue presentado en Baselworld 2008. Esta pieza está fabricada con oro amarillo o blanco de 18 quilates y posee un innovador bisel giratorio

De este modo se ha convertido en una pieza de referencia universal de los relojes de buceo. Tallado en un bloque de oro amarillo de 18 quilates, la caja se engalana con un nuevo bisel giratorio unidireccional con disco giratorio de Cerachrom.

Este reloj pionero posee un brazalete Oyster con cierre Glidelock que se ajusta fácilmente, diseñado para usarse sobre un traje de neopreno para bucear y es hermético hasta 300 metros, certificado por el Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), y su movimiento esta equipado con el espiral parachrom, resistente a golpes  y a campos magnéticos.

 

 

En cuanto a su mecanismo, en las ruedas inversoras es donde se puede observar parte de la belleza del movimiento. Son de color granate y de gran dureza y se distingue por una composición especial a base de titanio, dando lugar a estructuras finas extremadamente resistentes al uso y a la abrasión. Las ventajas de este proceso de hermetizado son que las piezas adquieren gran resistencia al uso, a la corrosión y una gran dureza superficial.

Este sistema es el más empleado en relojería. Por medio de la tija comandamos la acción de dar cuerda y de puesta en hora a través de la rueda de canto.

Tras todo el proceso de montaje del movimiento, se procede a montar el brazalete, de acero inoxidable, poner al día y hora correctos, y se monta el reloj sobre la rueda de automáticos para observarlo un mínimo de 24 horas. Posee un broche de acero tipo basculante.

Las dos opciones que ofrece este modelo son una verdadera belleza en oro amarillo y blanco de 18 quilates - que permiten escoger entre el acabado para el disco central en Cerachrom negro y tambien en azul, sin duda, un tesoro para aquellos buscadores en el fondo del mar. 

 

Texto: Rafael Luna Grajeda ± Foto: Patek Philippe.