A menos que se tomen medidas urgentes, las emisiones contaminantes podrían provocar que la temperatura media mundial supere el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento entre 1.5 y 2 °C.

Los modelos de investigación han encontrado que una elevación temporal de la temperatura mundial provocaría oleadas de extinciones irreversibles y daños duraderos a decenas de miles de especies, revela un estudio presentado por el Foro Económico Mundial.

A menos que se tomen medidas urgentes, se espera que las emisiones provoquen que el planeta continúe calentándose rápidamente durante las próximas décadas, lo que provocará que la temperatura media mundial supere el objetivo del Acuerdo de París, que pretende limitar el calentamiento entre 1.5 °C y 2 °C. Como resultado, se producirá un período de temperaturas más altas a mediados de este siglo. Posteriormente, según la idea, empleando tecnologías y técnicas nuevas, aún no probadas, para extraer los gases de efecto invernadero de la atmósfera eventualmente, harán que las temperaturas vuelvan a bajar a un nivel más seguro.

Los responsables de la formulación de políticas han descuidado las consecuencias de superar los 2 °C para la supervivencia de las especies.

Hasta ahora, los científicos no estaban seguros de qué implicaría para la naturaleza sobrepasar temporalmente (y luego volver a bajar) el objetivo de temperatura del Acuerdo de París. Por primera vez se estudiaron las consecuencias para la vida marina y terrestre de permitir que la temperatura de la Tierra excediera los límites de precaución y luego volver provocar que caigan por debajo de ellos.

Los resultados sugieren que un exceso temporal de elevación de la temperatura causaría oleadas de extinciones irreversibles y daños duraderos a decenas de miles de especies. Esto sucederá si no se logran recortes profundos de emisiones en esta década y, en cambio, confiar en tecnologías futuras para eliminar las emisiones más adelante.

 

El daño llega rápido y se va lento

El estudio modeló el impacto de las temperaturas globales superiores a 2 °C durante unos 60 años, entre 2040 y 2100, en más de 30,000 especies terrestres y marinas. Se observó cuántos de ellos estarían expuestos a temperaturas que podrían dificultar su reproducción y supervivencia, y cuánto tiempo estarían expuestos a este riesgo. El daño llegaría rápido, y lentamente desaparecería en la naturaleza, incluso después de que las temperaturas volvieran a descender.

Las consecuencias de esta exposición podrían ser irreversibles y convertir el bosque tropical en sabana.

 

Dos claros ejemplos

Tomando de ejemplo la cuenca del Amazonas, algunas especies permanecerían expuestas a condiciones peligrosas mucho después de que la temperatura promedio global se estabilizara, y algunas permanecieran expuestas hasta el 2300. Algunas especies, especialmente aquellas de los trópicos, viven más cerca del límite de calor que pueden tolerar y son sensibles a los cambios de temperatura relativamente pequeños.

Las consecuencias de esta exposición podrían ser irreversibles y convertir el bosque tropical en sabana. El mundo perdería un sumidero de carbono global crítico, dejando más gases que calientan el planeta en la atmósfera.

El Triángulo de Coral en el océano Pacífico occidental, uno de los ecosistemas marinos más ricos en especies, estaría expuesto a condiciones peligrosas durante algunas décadas o un par de siglos. Además de interrumpirse una fuente de alimento para millones de personas, la desaparición de corales y manglares eliminarían una barrera natural que protege a los pueblos costeros del aumento del nivel del mar y el empeoramiento de las tormentas.

 

No hay regreso a casa

Los responsables de la formulación de políticas han descuidado las consecuencias de superar los 2 °C para la supervivencia de las especies. El análisis indica que no se puede suponer que la vida simplemente se recuperará una vez que las temperaturas vuelvan a caer por debajo de los 2 °C. Se descubrió que 3,953 especies tendrán toda su población expuesta a temperaturas fuera del rango en el que evolucionaron durante más de 60 años.

El aumento en la temperatura tendrá un costo astronómico para la vida en la Tierra, que las tecnologías de emisión negativa no revertirán. El esfuerzo por detener el aumento de las temperaturas no es un intento abstracto de doblar las curvas en una gráfica: es una lucha por un planeta habitable.