El mundo de la coctelería es tan rico como su propia historia, y sus orígenes están repletos de anécdotas, cuestionables todas tanto como ninguna. Sirva como ejemplo el origen de nuestra palabra “coctel" (del inglés cocktail), del que existen varias versiones, entre ellas destaca una que se remonta al siglo XVIII y está protagonizada por un inmigrante francés en Estados Unidos. Este respetable señor se llamaba Perichaud. Un día, sumido en un ataque de nostalgia por su tierra gala, tuvo la estrambótica idea de servir bebidas mezcladas en unas pequeñas hueveras francesas (coquetiers), de donde se dice que proviene la palabra “coctel”. Ya que una de sus acepciones es “mezcla
de cosas diversas".

Otra versión tiene que ver con la pelea de gallos (cocks, en inglés), a los cuales se les hacía tomar una mezcla de bebidas alcohólicas para despertar sus ins tintos agresivos frente al contrincante. Las colas (tails) de los gallos volaban durante la cruel pelea y caían sobre los espectadores, quienes también habían tomado de aquella bebida, a la que finalmente llamaron 'cocktail", por la amplia gama de colores semejantes a la cola de gallo. Y esta refiere a otra de sus acepciones: "bebida compuesta de una mezcla de licores a la que se añaden por lo común otros ingredientes".

Pero la más hermosa de todas y a la vez la más relacionada con los placeres y la sensualidad que encierran los cócteles es la de una bella posadera irlandesa, quien en plena guerra de la Independencia de Estados Unidos mimaba a sus clientes, que en su mayoría eran soldados, prodigándoles sus encantos.

 

 

La historia dice que un vecino de la posadera, de origen irlandés y protestante, no creía en la virgen ni en los encantos de la bella (que obviamente estaba lejos de practicar la virginidad). Así, el irlandés se negaba a proporcionarle los buenos gallos que él criaba para que ella diera de comer a sus soldados. Por esto, un día, ella le robó el mejor ejemplar del gallinero y con sus plumas adornó cada una de las bebidas que sirvió a sus clientes, a quienes les sirvió ron con jugo de frutas. Y en este sentido, en esta historia tenemos también, además de la referencia a la bebida, la presencia de la tercera acepción, la cual está relacionada con la reunión o fiesta donde se toman esas bebidas.

El coctel, independientemente de la versión que elijamos, ha permanecido incorruptible y se sigue conjugando en idioma internacional.

Cuando hablamos de cócteles nos referimos a una bebida que contiene dos o más ingredientes y que requiere de una preparación especial, pero son tres las características que debe de poseer:

 

  1. Aspecto

Debe tener buen aspecto, incluso desde lejos, y que tan sólo a la vista nos dé la sensación de un placer anticipado.

 

  1. Aroma

Su aroma debe ser seductor, la conjunción de sus elementos deben armonizar y no contraponerse, y debe tener un aroma tal que al olerlo nos invite a beberlo.

 

  1. Gusto y posgusto

Su posgusto tiene que ser largo, es decir ha de permanecer en el paladar, y una vez que lo hayamos tomado lo recordemos por varios minutos, como si lo siguiéramos degustando.

Hay muchos tipos de mezclas, desde los cócteles clásicos, como el Martini, el Whisky sour, el Margarita o el Manhattan, hasta los exóticos cócteles modernos.

El placer de compartir una bebida es uno de los actos sociales más comunes en todos los países de nuestro planeta. Durante una época, las combinaciones de bebidas, los cócteles, tuvieron gran auge y eran muy usuales, hasta el punto que la palabra "coctel, además de designar el tipo de bebida, y como ya lo dijimos, sirvió también para denominar cierto tipo de festejo o reunión en que se ofrecen bebidas diversas y bocadillos.

Desafortunadamente, en las últimas décadas el coctel como bebida no tuvo el predicamento del que había disfrutado en tiempos anteriores.

 

 

Eran escasos los bares donde se podía disfrutar de estas exquisitas combinaciones de distintos alcoholes y otros ingredientes.

A finales de la década de 1980 empezó a renacer el gusto por la coctelería con todo lo que de refinamiento, educación del gusto y placer por la convivencia representa, y actualmente sigue creciendo esta práctica. Y cada vez más los restaurantes fashion ofrecen estas maravillosas bebidas llenas de color y servidas en las copas más extravagantes, como las que a continuación aparecen:

 

Martinis

Autumn Punch

m 1 oz. Grey Goose L'Orange

■ 1 oz. de Oporto

■ 1/2 limón

■ 1/2 limón amarillo

■ 1/2 naranja

■ 1 pizca de clavo molido

■ Cáscara de Naranja

Se exprimen los limones y la naranja en una coctelera con hielo. Se agrega el clavo molido. Grey Goose L'Orange y el oporto. Se agita y se vierte en una copa martinera. Se adorna con una cáscara de naranja.

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Enchonted Appfe
m 3 oz. de Grey Goose

■ 2 oz. de Sidra de Manzana

■ 1 oz. de Miel de Maple

■ 1/2 limón

■ Azúcar y Canela para escarchar la copa

■ Cáscara de limón

 

Se escarcha la copa martinera con la canela y el azúcar mezclados. Se exprime el jugo de limón en una coctelera con hielo. Se agrega Grey Goose, la sidra de manzana y la miel de maple. Se agita y se vierte en la copa martinera. Se adorna con un twist de cáscara de limón.

 

Tragos largos

Indian Summer

a 1 oz. de Grey Goose Le Citrón

■ 1 oz. de Triple Sec

■ 1/2 naranja

■ 3 oz. de jugo de uva

■ Soda

■ Uvas para adornar

 

En un vaso highball con hielos se exprime la naranja y se deja caer en el vaso. Se agrega Grey Goose Le Citrón. Triple Sec y el jugo de uva. Se agita para combinar los ingredientes. Se agrega soda y se adorna con uvas.

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Pallodin Peor

■ 1 oz. de Grey Goose

■ 2 oz. de Néctar de Pera

■ 1 dash de concentrado de vainilla

■ 1/2 limón

■ 1 Cucharadita de azúcar

■ Pizca de Canela

■ Pizca de Nuez moscada

■ Una rebanada de pera fresca o seca para adornar

En una coctelera con hielo se agrega Grey Goose, el néctar de pera, el concentrado de vainilla, azúcar y canela. Se exprime el limón y se deja caer en la coctelera.
Se agita y se vierte en un vaso highball. Se espolvorea la nuez moscada y se adorna con la rebanada de pera.

 

Old Fashion

Serenade

■ 11/2 oz de Grey Goose Le Citrón

■ 1 oz. de licor de naranja

■ 1 cucharadita de azúcar

■ 2 limones en mitades

■ 4 ramitas de cilantro

■ Chile piquín en polvo

 

Se coloca el azúcar y el cilantro en el fondo de una coctelera y se machaca. Se agregan los limones y se sigue machacando hasta extraer el jugo. Se agrega el Grey Goose Le Citrón, el licor de naranja y hielo. Se agita y se vierte en un vaso oíd fashion con hielos. Se espolvorea el chile piquín o si lo desea escarche el vaso con el chile piquín antes de servir.

 

 

Texto: Georgina Estrada Gil, sommelier con información de Grey Goose ± Foto: Carlos Ferrer, Francisco Costantino*