Una infusión milenaria

Lord Arthur Reilly se encontraba de visita en Inglaterra, luego de una estadía en la India que se prolongó por más de un año. Una tarde de verano, durante su audiencia con la reina Victoria del Reino Unido y mientras degustaban una taza de Darjeeling –una de las variedades de infusión más delicadas–, Lord Reilly le informaba a Su Majestad la situación en la que se encontraban las plantaciones de té en aquel lejano país. También le habló sobre una de las leyendas que relatan el origen de una de las bebidas más emblemáticas del mundo: Cuentan que el príncipe Boddidharma prometió no dormir para dedicar ese tiempo a la meditación; sin embargo, tras varias noches en vela, cayó en un profundo sueño. Al despertar, presa de la desesperación por haberse dormido, se arrancó los parpados para no dormir nunca más. Dicen que el sitio en donde cayeron sus párpados creció una planta de té, dándole la capacidad a quien la bebiera de permanecer despierto durante la meditación. La Reina tomó su taza y dio un sorbo, a la vez que cavilaba sobre la historia.

 

 

De la India para el mundo

Después de China, la India es el segundo productor de té en el mundo. Las tres regiones que se destacan por ser las mayores productoras son Darjeeling, Assam y Nilgiris. Debido a su particular localización, en Darjeeling se produce una de las variedades más codiciadas para preparar esta bebida; de una tonalidad ámbar, la delicadeza de su sabor y su aroma son inigualables. El té de Assam, por otro lado, se caracteriza por su sabor fuerte y su coloración oscura mientras que el de Nilgiris se destaca por ser intensamente aromático.

En la India los chai wallahs (vendedores callejeros de té) ofrecen la bebida a los viajeros en las estaciones de tren. Los ingredientes que se utilizan para obtener el tradicional té masala chai son: té negro, jengibre, pimienta negra, anís, cardamomo, clavo de olor, canela y un poco de leche. No existe una única receta para su preparación ni para la cantidad de los ingredientes, ya que cada persona puede prepararlo a su gusto.

Para la aristocracia británica el gusto por el té se convirtió en capricho, uno muy caro, pues había que traerlo desde China; ante ello, decidieron impulsar su cultivo en una de sus colonias: La India, en la zona montañosa de Munnar, que hasta comienzos del siglo XIX había sido elegida por la colonia británica como lugar de veraneo. Los europeos se dieron cuenta que los factores climáticos hacían de éste el lugar ideal para explotar el cultivo del té. Actualmente Munnar aloja el TATA tea Museum, dedicado al té y sus cultivos, en donde existen fotos, maquinaria y todo lo relacionado a los orígenes y crecimiento de la plantación de té en Munnar.

 

Texto: AMURA ± Foto: WPS / TEA EXPERTS