Literatura poscolonial de la mujer en la nueva subjetividad

Catherine Lim (21 marzo 1942), escritora a la que Gina Wisker, profesora de literatura contemporánea, ha denominado como parte de las “mujeres escritoras emergentes”, que surgen de los espacios poscoloniales en regiones del planeta en los continentes Asiático, América Latina y el Caribe, Australia y África. Son mujeres que escriben acerca de mujeres, en la tónica de una nueva subjetividad de género en una nueva cultura poscolonial. Su ingenio pasa por plantearse hacer política cultural en defensa de la existencia y el desarrollo cultural que se opone a la planificación cultural de los políticos, cuestionando la armonía intercultural impuesta con una normalidad sórdida, y renovando viejos prejuicios del patriarcado autoritario.

La liberación de las escritoras que asume con una visión de género no se acotan a la mujer, sino representa la propuesta de otra humanidad integral psicosocial, histórica, cultural, ética y estéticamente en la polaridad de un género de dos partes orgánico-intelectuales separadas pero indispensables, la que reúne a mujeres como Catherine Lim, Shirley Geok-Lim, Minfong Ho, Lee Tzu Pheng, y Suchen Christine Lim en la búsqueda de identidad entre la tradición y la creación en su sentido más amplio y crítico, de un buen sentido común. 

 

 

 

 

A nuestros lectores sobre Catherine Lim, recomendamos la lectura de “La literatura de Singapur: Identidad y tradición en la obra de Catherine Lim”, de  los coautores, Olivia Cruz, Juan Ignacio Oliva Cruz y María Concepción Vera, editado por la Universidad de La Laguna, España, 2013. Sobre las naciones del sureste asiático poscoloniales Comunidades imaginadas, de Benedict Anderson, Fondo de Cultura Económica, México 2005.

 

Museo de arte y ciencias

Ubicado en el desarrollo urbano de Marina Bay, en el sur de Singapur con la más avanzada arquitectura, ingeniería y servicios es un espectáculo urbano que sólo se puede vivir transitándolo; de hecho esta zona se ha convertido en uno de los más visitados de todo el país por sus paisajes. El diseño arquitectónico del museo evoca a una flor de loto, y fue realizado por el arquitecto Moshe Safdie. Cuenta con 21 galerías en 6 mil metros cuadrados, en donde está la exposición  permanente, y con otras tres galerías dedicadas a la expresión, la curiosidad y la inspiración. Las exposiciones buscan hallar los vínculos entre el arte y las ciencias, cómo es el “Renacimiento” singapurense con la exploración creativa. Vuelve a esta necesidad original de no huir a la sensibilidad con la automatización tecnológica, mostrando con arte cómo se descubre y anima la tecnología para que tome sentido humano.

 

 

 

 

“Puedo volar como el papel”

La expresión de Dawn Ng

Dawn Ng, se formó en arte y periodismo en la Universidad de Georgetown y la Slade School of Fine Art UCL. Produce obras para las galerías privadas y el Museo de Arte de Singapur.

La instalación, que lleva por nombre I Fly Like Paper representa, en general, según palabras de Dawn, el sentimiento de nostalgia, mientras que los aviones de papel simbolizan una ola de emociones que corre al mismo tiempo (Fernanda de Alba, 2014). A mí me parece, una indagadora estética que induce al espectador a un concepto en la dialéctica de sus circunstancias y las contradicciones de los procesos, de sentir, hacer y actuar. Abre a la reflexión más que a la nostalgia, exige respuestas que no existen pero insinúa posibilidades entre su idea plástica tridimensional espacial y la abstracción de quien revela su trabajo; asimismo hay una atmósfera de varias partes, el vacío sin tiempo, el sentido o la dirección al horizonte desconocido, más bien como como tesis de un discurso de lo probable que empieza a construirse con avioncitos de papel.

 

 

 

"Soy un amante no un luchador" Keng Lye

 

Keng Lye: pintura tridimensional  hiperrealista

El artista Keng Lye, hace plástica hiperrealista tridimensional, por esta razón se le conoce a la obra como 3D. Su técnica es industrial, aplica acrílicos y una resina denominada epoxi. Vierte la resina en un  contenedor para luego pintar con acrílicos, capa por capa la figura. La técnica la desarrolló el pintor japonés Riuseke Fukahori. Se unen a esta expresión de la moderna producción del hiperrealismo, movimiento contemporáneo en los que se inscriben pintores como el estadounidense Steve Mills (1959), el canadiense, Jason Degraaf (1971) o el taiwanés-estadounidense Hilo Chen (1942), los mexicanos Rafael Cauduro (1950) y Jorge Espinosa Torre (1983) y el escultor Ron Mueck (1958), cuyo hiperrealismo paso del retrato a las  esculturas de silicón. Con producciones que desafían a la fotografía, el detalle alcanza expresión en humanos, animales y cosas en las que los efectos del tiempo y la atmósfera “dramatizan” o desarrollan el drama de la existencia transcurrida y de cierta expresión que sólo la síntesis del movimiento en sus contradicciones imprimen sus circunstancias, la natural iconología  e iconografía del paso del tiempo con los elementos naturales, en cierto modo es “hiperrealismo mágico”,  que toma de lo que hay su existencia singular. 

 

 

 

Texto: Jesús Peraza Menéndez ± Foto: DAF/ DAWN/ FLS/ SEA WRITE/ GFT