La fuerza y la fiabilidad de los barcos oceánicos de trabajo, reinventados en clave Explorer son la clave de LP Design UK que presentó el Project Iceberg, un explorer inspirado en la robustez de los barcos de trabajo.
Su propio nombre, Project Iceberg, encierra su esencia: solidez, fuerza y una determinación inquebrantable para enfrentarse a los elementos. Desde su poderosa proa y sus proporciones inspiradas en los remolcadores, hasta los amplios ventanales de su imponente estructura vertical, cada elemento de este superyate de 67 metros y eslora de 67 m expresa su carácter decidido, rompiendo esquemas y priorizando la funcionalidad sobre el lujo ostentoso, llevando a 12 pasajeros y una tripulación de 15, más el capitán.
No es sorprendente que la filosofía de diseño de Project Iceberg esté enfocada en la seguridad, un aspecto imprescindible para las embarcaciones destinadas a operar en aguas remotas. “La seguridad es fundamental”, subraya Richard Liebowitz, fundador de LP Design UK. "Cuando estás en medio del océano, a miles de millas de cualquier ayuda o de tierra firme, solo puedes confiar en tu barco y en tu tripulación. ¿Es capaz de afrontar un viaje prolongado e inesperado? ¿Hay suficientes repuestos y combustible? Y, igual de importante, ¿tiene la tripulación las competencias adecuadas para enfrentar problemas imprevistos?"
En lugar de seguir la tendencia moderna de construir yates cada vez más grandes, cuyas dimensiones a menudo dificultan la exploración, el tamaño y las especificaciones técnicas de Project Iceberg han sido optimizados para permitir al armador llegar a destinos remotos e inexplorados, los verdaderos escenarios de la aventura.
El Explorer ha sido diseñado para ser construido bajo la clasificación Lloyd’s +100A1 y en conformidad con la certificación 1D Ice Class, lo que lo hace apto para la navegación en condiciones de hielo ligero. Esto abre un mundo de posibilidades para cruceros en altas latitudes, garantizando la máxima fiabilidad tanto en los pasos polares como en climas tropicales.
Un sistema de propulsión híbrido
En cuanto al sistema de propulsión, el lema es eficiencia: aprovechar al máximo la potencia disponible. Tras una evaluación exhaustiva, se ha optado por un sistema híbrido diésel-eléctrico, que ofrece un funcionamiento silencioso y una gran flexibilidad. A una velocidad de 15 nudos, ofrece una autonomía de 5,000 mn.
Una característica distintiva del sistema es la adopción de los Azipods. A diferencia de las tradicionales líneas de ejes, estas unidades de propulsión pueden girar 360 grados, permitiendo un control preciso del empuje. Combinadas con la hélice de proa, permiten al yate mantener su posición sin necesidad de desplegar anclas físicas, una ventaja clave cuando se opera en entornos marinos protegidos, donde el anclaje podría dañar el lecho marino.
Un diseño que celebra la técnica.
En claro contraste con el diseño más convencional de los yates, donde los elementos técnicos suelen ocultarse para preservar líneas estilizadas y una estética refinada, Project Iceberg adopta un enfoque audaz y sin artificios. Los aspectos técnicos no se disimulan, sino que se destacan: grúas, escaleras y accesorios de cubierta permanecen a la vista y aportan carácter a la embarcación.
En el corazón de este diseño distintivo se encuentra una de las características más imponentes de Project Iceberg: una estructura vertical pintada de naranja que alberga un espectacular atrio acristalado. Este elemento, deliberadamente icónico, actúa como el punto focal visual del superyate, haciéndolo inmediatamente reconocible. Desde este atrio se accede al sundeck, que cuenta con un parapeto panorámico, y al puente piscina completamente equipado, que incluye un área de bar ideal para momentos de relajación. Este puente alberga dos piscinas separadas, cada una con temperatura regulable, permitiendo a los huéspedes elegir entre aguas refrescantes o más templadas según sus preferencias.
Más hacia la popa, se encuentran dos sistemas de escape Clean Exhaust Tier 3, que cumplen con los estándares ambientales más estrictos en cuanto a emisiones. Los gases de escape son extraídos desde la sala de máquinas a través del recorrido vertical más directo, garantizando una solución eficiente, segura y lógica.
El proyecto también incluye un helipuerto, diseñado para soportar aeronaves de hasta 8 toneladas y cumpliendo con la normativa CAP 437. Además de facilitar las operaciones aéreas, el helipuerto cumple una doble función: albergar los dos tenders principales del yate, que miden 10,4 metros y 8,5 metros, respectivamente.
En la proa, la cubierta refleja el compromiso de Project Iceberg con la navegación en mar abierto. Los huéspedes encontrarán asientos integrados, diseñados para resistir la fuerza de las olas que impactarán la cubierta en caso de mar agitado. Lejos de ser un mero elemento estético, esta característica destaca la meticulosa atención a la navegabilidad y la seguridad.
Project Iceberg ha sido diseñado para conectar a los huéspedes con el entorno en todo momento. Numerosos puntos de observación están integrados a lo largo de la embarcación. En los cuatro puentes superiores se encuentran una zona de solárium, un puente portugués, área de bar, dos piscinas, parapeto panorámico y cubierta de observación con un espacio para comidas al aire libre. Para quienes prefieren la comodidad sin renunciar a las vistas, el lounge de observación en la proa ofrece un panorama espectacular.