La elegancia tiene una nueva silueta sobre el agua: Riva 112’ Dolcevita Super –evolución del celebrado 110’ Dolcevita– confirma por qué Riva continúa siendo sinónimo de estilo y sofisticación en el universo de los superyates.

Botado en el astillero de La Spezia, este modelo de 34.38 metros combina líneas esculturales con una visión renovada de la vida a bordo, resultado del trabajo de Mauro Micheli y Sergio Beretta (Officina Italiana Design), en colaboración con el Comité Estratégico de Producto presidido por Piero Ferrari y el Departamento de Ingeniería de Ferretti Group.

La primera sorpresa espera al abordar: un beach club de 35 m² que se convierte en un auténtico salón junto al agua. Sus amuradas abatibles expanden la plataforma hasta 59 m², creando un espacio abierto que difumina la frontera entre el yate y el entorno marino. Allí se integra un sofá-solárium que oculta un garaje donde alojar un Williams 565 y un Sea-Doo.

La bañera, diseñada como un lounge frente al mar, ofrece 24 m² de confort modulable y un acceso optimizado a la sala de máquinas. En proa, una combinación de sofás, solárium y la opción de jacuzzi subraya el carácter hedonista del 112’ Dolcevita Super, pensado para quienes buscan privacidad y bienestar.

En la cubierta principal, el salón de más de 50 m² destaca por su altura inusual –más de dos metros– y una estética refinada dominada por palisandro de alto brillo, cuero martillado y superficies lacadas que multiplican la luz natural. El espacio puede configurarse con comedor a la entrada o en posición central, siempre acompañado por mobiliario de firmas como Acerbis, Poliform o Poltrona Frau.

La suite principal, ubicada en la proa de la cubierta principal, ofrece 34 m² de serenidad y vistas panorámicas gracias a ventanales ampliados. Su baño, revestido en mármol Emperador Light o Calacatta, refleja el estándar de lujo que define al modelo.

La cubierta inferior alberga cuatro camarotes para invitados –todos en suite– y una zona de tripulación de 27 m², diseñada con un aislamiento acústico mejorado que asegura silencio absoluto.

En el flybridge, 60 m² de libertad reúnen áreas de estar, barra americana, comedor y un segundo puesto de mando bajo un hard top de carbono de diseño asimétrico. La experiencia se completa con opciones tecnológicas que van desde monitores de 15” hasta pantallas Boening de 49” en la cabina de mando.

Impulsado por dos motores MTU 16V 2000 –en versiones M96L o M97L con SCR para emisiones reducidas–, el 112’ Dolcevita Super desarrollar 25.5 nudos y presume un calado menor a 2.10 m, ideal para aguas poco profundas. La estabilización se confía a aletas eléctricas Sleipner e interceptores Hydrotab, con opción a dos Seakeeper NG18.

El resultado es un superyate que no solo reinterpreta la dolce vita contemporánea, sino que la eleva. Una pieza donde diseño, tecnología y mar se encuentran en perfecta armonía.