El ferry catamarán Sea Change se convirtió en el primer navío comercial en los Estados Unidos en ser repostado con hidrógeno.

De 21 metros de longitud y capacidad para transportar a 75 pasajeros, Sea Change fue diseñado por Incat Crowther para Switch Maritime; está equipado con un sistema de celdas de hidrógeno, que incluye 360 kW de celdas de combustible de Cummins y tanques para almacenar 242 kg de hidrógeno, con un equipo de propulsión eléctrica de 600kW de BAE Systems con 100 kWh procedentes de baterías de iones de litio.

La operación tuvo lugar en el astillero All American Marine, Bellingham, en Washington, e iniciaron los ensayos antes de la entrega de Sea Change. Esta acción significa un paso hacia la descarbonización de la industria naviera mundial y la transición energética para abandonar los carburantes fósiles.

Los tanques del Sea Change resguardan el hidrógeno, con el cual funcionan las celdas de combustible que producen la electricidad que impulsa los motores eléctricos hasta 300 millas náuticas, a una velocidad máxima de 20 nudos, capacidades similares a las de los barcos que navegan con diésel, con los beneficios adicionales de cero emisiones, mínima vibración y ruido.

El carburante cargado en los tanques de la embarcación contiene hidrógeno verde, producido en California por un electrolizador alimentado con energía solar renovable, que a la vez lo convierte en cero emisiones de carbono en su producción.

Las pruebas del abastecimiento de carburante fueron realizadas tras la aprobación reglamentaria del tren de potencia de hidrógeno y los equipos de almacenamiento a bordo del Sea Change por parte de la Guardia Costera de los Estados Unidos (USCG). Esto representó la culminación de años de cooperación de la USCG centrada en la integración segura de los sistemas de aprovisionamiento y energía de hidrógeno en una nave de pasajeros.

Este hito abre la posibilidad de implementaciones futuras de energía de hidrógeno en cualquier tipo de navío, incluidos los portacontenedores oceánicos.

Para el abastecimiento del carburante durante las pruebas en el mar, Switch contrató a West Coast Clean Fuels (WCCF) para desarrollar y permitir las cadenas de suministro de combustible limpio de extremo a extremo que entregarán hidrógeno al Sea Change, así como a BayoTech, para la transferencia del hidrógeno a alta presión al Sea Change. Se espera que en 2022 Switch posea la flota de transbordadores sin carbono más grande del mundo.