El aceite vegetal hidrotratado (HVO, por sus siglas en inglés) y el diésel renovable impulsarán el futuro de la energía sostenible.

Para crear HVO, las grasas vegetales y animales de desecho, además de los aceites vegetales usados pueden emplearse como materiales base y convertirse en hidrocarburos a través de una reacción catalítica con la adición de hidrógeno. De esta manera, las grasas y los aceites vegetales pueden utilizarse como un combustible más sostenible para complementar o reemplazar completamente el diésel.

El HVO ofrece una combustión limpia con una reducción de las emisiones de partículas de hasta un 80%; una media del 8% de las emisiones de óxido de nitrógeno, y de las emisiones de CO2 de hasta un 90% en comparación con el diésel fósil. Y debido a que se produce a partir de materias primas renovables, su producción, transporte y combustión generan la cantidad de gases de efecto invernadero que absorbieron las plantas durante el crecimiento de la biomasa.

Si los combustibles se producen con la ayuda de energías renovables e hidrógeno verde a través de procesos Power-to-X, las emisiones de CO2 pueden erradicarse por completo.

En el mar, los motores de las series 2000 y 4000 de MTU también están en camino a la aprobación total para el uso de combustibles sintéticos, gracias a años de pruebas exitosas con HVO.

Desde 2019, la compañía naviera Golden Gate Ferry en San Francisco, California, ha estado probando HVO en seis de sus ferries. Después de más de 41,000 horas de operación, sus motores continúan  funcionando perfectamente cuando usan HVO en comparación con diésel, en términos de potencia máxima, respuesta de carga y consumo de combustible.

Al respecto, Jim Swindler, director general de Golden Gate Ferry, expresó su satisfacción al comentar que “el humo visible que se veía en el muelle con el diésel convencional se ha reducido con el cambio a HVO”.

En la actualidad, muchos de los motores desarrollados por MTU ya son compatibles con HVO. De hecho, algunos motores ferroviarios existentes ya se pueden operar de una manera completamente neutral en CO2.

Estos avances también tienen aplicaciones en los campos de la construcción, la industria, la agricultura y la minería, donde el uso de combustibles diésel parafínicos con los motores MTU Serie 1000, 1100, 1300 y 1500 ya permite una movilidad casi neutra en CO2.

“Hay mucho interés en HVO, en particular por parte de muchos clientes en la industria de la energía y los centros de datos que quieren mejorar su huella de carbono”, explica Tobias Ostermaier, presidente de la unidad de negocios de Soluciones de Energía Estacionaria en Rolls-Royce Power Systems.

“Los resultados de los clientes piloto muestran que nuestros motores emiten significativamente menos gases de efecto invernadero y óxido de nitrógeno y emisiones de partículas cuando se alimentan con HVO. Por otro lado, el rendimiento, no sufre significativamente”, finalizó Ostermaier.