El río Moscú cruza la ciudad de Iván el terrible, creando un importante puerto donde atracan los barcos de fondo plano. El Kremlin domina su orilla con sus altos muros y la basílica de San Basilio alza sus torres terminadas con sus turbantes de colores. Moscú es una ciudad maravillosa, con un encanto peculiar por su perpetuo movimiento. 

 

Texto: Patrick Monney ± Foto: Patrick Monney.