Un destino poco conocido por quienes viajan al norte de Europa, en sin duda Estonia, especialmente su capital, Tallin, ubicada frente al mar Báltico.

Con sorpresas en cada esquina, Tallin rebosa encanto como ninguna otra ciudad europea. La capital de Estonia, país que alguna vez formó parte de Rusia, está llena de historia, con todas las ofertas modernas que los turistas esperan de un destino del siglo XXI. Actualmente forma parte de la Unión Europea.

La ciudad es excepcionalmente fotogénica, especialmente durante los atardeceres de medianoche en verano. Para disfrutarla aún más, visítala durante el Festival de la Canción de Estonia, que reúne a 30 mil de los mejores cantantes de ese país, en un escenario musical que vibra por toda la ciudad. El próximo festival está previsto del 3 al 6 de julio de 2025.

El centro de la ciudad de Tallin es considerada Patrimonio de la Humanidad.

El casco antiguo de Tallin ha logrado preservar su herencia medieval a lo largo de siglos de dominación por otras naciones, lo que le valió con razón la designación de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Todavía puede pasearse por la Puerta Viru [foto inicial] cubierta de hiedra, explorar el Ayuntamiento gótico y caminar a lo largo de las murallas de la ciudad como lo han hecho otros durante cientos de años.

También puede dedicarse el mismo tiempo a explorar las modernas construcciones de Tallin. La ciudad cuenta con restaurantes de inspiración escandinava, miradores, parques exuberantes y tiendas de dulces.