Modernidad, playas y arrecifes

Quién no ha escuchado por lo menos una vez en su vida la palabra “Cancún”. Frente a ello, lo primero que viene a nuestra mente es una serie de hoteles de lujo, buenos restaurantes, bares y discotecas para todos los gustos y edades, pero sobre todo glamour, mucho glamour.

Todo eso es cierto y más, pero Cancún no es sólo construcciones y cemento, también es un centro de diversión y cultura para toda la familia, pues no tenemos que olvidar la grandeza de los mayas que habitaron estas tierras hace ya muchos años.

Cancún se encuentra localizado prácticamente en la punta de la Península de Yucatán, allí donde empieza el bello mar Caribe y termina el enorme Golfo de México.  Pertenece políticamente al joven Estado de Quintana Roo y tiene la gran suerte de estar rodeado por uno de los mares más claros y bonitos del mundo, el increíble Caribe.

 

 

En este destino el mundo submarino es de infinita hermosura y tranquilidad, y hay un sinfín de sitios para practicar el deporte del submarinismo. Es un lugar ideal para la práctica de casi cualquier deporte acuático. Pero si de buceo se trata, Cancún está considerado uno de los mejores lugares del mundo, por su variedad de arrecifes y profundidades. Aquí todos quedan satisfechos, tanto los buzos más experimentados como los principiantes.

Algunos de los lugares de buceo más populares para los principiantes son los que están localizados en la Bahía de Mujeres; el arrecife más cercano a la costa  se conoce como “El Bajito”, de gran colorido, que presenta corales de pilar y corales cerebros de grandes tamaños, y es ideal para niños y jóvenes. Es el favorito de  los amantes del buceo libre o esnórquel. Este arrecife se encuentra muy cerca de la orilla, tiene poca corriente y su profundidad máxima es de 15 pies.

 

 

En la misma bahía, y un poco más adelante de El Bajito, encontramos el arrecife más visitado por los buzos y esnorqueleadores principiantes: Los Chitales. Son dos grandes formaciones coralinas, que corren de este a oeste, por casi 500 metros, y si bien es de poca profundidad (no pasa de los 30 pies), no es obstáculo para tener gran cantidad de peces, que encuentran refugio en los corales cuernos de alce, cuernos de venado, gorgonias y abanicos de mar.

Uno de mis lugares favoritos para hacer fotografía submarina y admirar los grandes bancos de peces de todos colores, así como esperar lo inesperado, es Cuevones. También se encuentra en Bahía de Mujeres. Son dos pequeños arrecifes con una  profundidad que no excede los 35 pies. Su localización geográfica y su tamaño lo hace ser centro de reunión permanente de una enorme escuela de barracudas, así como de un banco de juguetones jureles. Desafortunadamente, para nosotros este arrecife se encuentra cerrado por tiempo indefinido,  debido a un accidente que ocasionó un gran crucero,  destruyendo con su quilla gran parte de las formaciones coralinas. Los biólogos, que saben del tema, esperan que se recupere parcialmente en un tiempo aproximado de 15 años.

 

 

 

Para los buzos certificados, Cancún ofrece un sinfín de lugares que se localizan en mar abierto,  algunos de  los más visitados son:  El Túnel, grande y chico, formación coralina que, como su nombre lo indica, su principal atractivo son unas pequeñas cuevas de aproximadamente cinco metros de longitud por un metro y medio de altura,  donde hace mucho tiempo podíamos observar a los tiburones grises, limones y toros descansar tranquilamente. Actualmente las tortugas y ejemplares del pez angel encuentran refugio y protección, así como una enorme morena verde que sale a convivir con los torpes  visitantes terrícolas.

Granpin, La Herradura, Chuchos y Largos son una serie de arrecifes que, si tenemos un buen guía y la corriente es favorable, se podrían recorrer uno o varios de ellos en una sola inmersión. En estos arrecifes el paisaje es variado y muy divertido, pues los buzos se mueven con la corriente teniendo la sensación de estar volando en el mundo del silencio. A su paso se puede disfrutar de la presencia de pobladores marinos bellos: anémona, cangrejo araña, cangrejo gallo, abanico, gorgonia y peces (chacchi, angel reina, boquinete y mero, entre otros).

 

 

El arrecife de San Toribio es un sitio muy especial para mí y creo que para mucha gente. Allí, nuestro buen amigo Juan Manuel Solís acostumbraba a alimentar a unos tiburones gatas, a las morenas verdes y a las pintas, así como a las barracudas. Además de poder disfrutar de un buceo en aguas abiertas, donde la presencia de las tortugas, mantas, cojinudas, pargos y peces chivitas hacen de  este sitio un lugar especial.

Para los buzos avanzados, las aguas de Cancún ofrecen la posibilidad de sumergirse en los barcos hundidos por orden del entonces presidente de México Ernesto Zedillo Ponce de León. Estos barcos fueron traídos desde el puerto de Tampico y ya aquí se prepararon, retirando todo el material contaminante, quitando cables u otros objetos que pudieran ser peligrosos para los buzos, además de realizar una serie de agujeros para tener seguridad y luz cuando se penetre en ellos.

 

 

 

Estos arrecifes artificiales se encuentran a una profundidad de 90 pies, pero bien vale la pena el esfuerzo de bajar y bucear en barcos de esos tamaños, poblados de peces y  algas.  Lo mejor es cuando podemos observar a las increíbles mantas águilas, que nadan en perfecto orden, sin importar las fuertes corrientes existentes.

Podría seguir enumerando sitios bonitos para la práctica del buceo, sólo basta recordar que en Cancún prácticamente comienza el segundo arrecife más grande del mundo, conocido como “Gran Arrecife Maya”, que en su totalidad cubre más de 700 kilómetros de litoral, para terminar en Honduras.

Si conjugamos todo lo anteriormente descrito (hoteles de lujo, ciudad limpia y segura, playas blancas, extensas y nuevas, mar cálido y cristalino, servicios acuáticos de primer mundo) podemos entender por qué “Cancún” es como una palabra mágica.

 

    

Texto: Alberto Friscione Carrascosa ± Foto: Alberto Friscione Carrascosa.