El aumento en la temperatura de los océanos ha provocado el blanqueamiento de corales más intenso registrado a nivel mundial y con ello su fin.
Un año después de la declaración oficial del cuarto blanqueamiento de corales a nivel mundial por parte de la Iniciativa Internacional para los Arrecifes de Coral (ICRI, por sus siglas en inglés), las alertas de blanqueamiento siguen aumentando en todo el mundo. Desde el 1 de enero de 2023 hasta el 30 de marzo de 2025, el estrés térmico a nivel de blanqueamiento afectó al 84% de los arrecifes del mundo, y 82 países, territorios y economías sufrieron daños.
En 1988, durante el primer evento mundial de blanqueamiento, el 21% de los arrecifes experimentaron estrés térmico a nivel de blanqueamiento, aumentando al 37% en el segundo evento en 2010 y al 68% durante el tercer evento (2014-2017).
En mayo de 2024, los científicos llamaron al cuarto evento mundial de blanqueamiento "sin precedentes", y antes una plataforma de predicción de blanqueamiento ampliamente utilizada fueron agregados tres nuevos niveles (Niveles 3-5) a la Escala de alerta de blanqueamiento para indicar el mayor riesgo de mortalidad masiva de corales.
El nivel anterior más alto, Nivel 2, indica el riesgo de mortalidad de los corales sensibles al calor; el Nivel 5 indica el riesgo de que más del 80% de todos los corales en un arrecife mueran debido al blanqueamiento prolongado.
Los corales se blanquean cuando factores ambientales estresantes, como el calor, hacen que expulsen las algas coloridas y energéticas que viven en su interior, dejándolos blancos. Si las condiciones se normalizan con la suficiente rapidez, pueden recuperar sus algas y recobrar su salud. Sin embargo, si el agua permanece demasiado caliente durante demasiado tiempo, mueren.
La principal causa de los eventos de blanqueamiento de corales a gran escala es el aumento de las temperaturas oceánicas. El año pasado fue el más caluroso registrado y el primero en alcanzar más de 1.5 °C más que en la era preindustrial, debido al cambio climático antropogénico. Esto contribuyó a temperaturas oceánicas récord y triplicó la marca anterior de olas de calor marinas en todo el mundo.
Los arrecifes de coral no son solo bellos. Alrededor de un tercio de toda la vida marina conocida depende de ellos y millones de personas alrededor el mundo se benefician de ellos directa o indirectamente. Su salud tiene impactos de largoalcance en la economía mundial, ya que los arrecifes proporcionan 10 mil millones de dólares en beneficios como alimentos, empleos y protección costera.
Desafortunadamente, se estima que la cobertura de coral vivo se ha reducido a la mitad desde la década de 1950, con la Red Mundial de Monitoreo de Arrecifes de Coral (GCRMN), una red operativa de ICRI, evidenciando una disminución del 14% de 2009 a 2018, debido a una combinación de daño ambiental local y cambio climático global.
Garantizar la salud de todos los mares, no solo de los corales, costaría menos del 2% de esta suma. Su pérdida socava los esfuerzos para lograr el desarrollo sostenible, aliviar la pobreza y garantizar la seguridad alimentaria; la pérdida de coral inducida por el cambio climático podría costar 500 mil millones anuales para 2100.
Soluciones locales, como su restauración bien planificada, reducción de la contaminación, detención de la sobrepesca y cría selectiva de corales, pueden mejorar la salud de los arrecifes y su resiliencia a las temperaturas oceánicas más altas.
El ICRI ha desarrollado ocho políticas clave para orientar las medidas urgentes necesarias, y los expertos estiman que la inversión en corales debe septuplicarse . Además, es necesario limitar el calentamiento global a un nivel mínimo por encima de 1.5 °C para que estas medidas de conservación de los corales tengan la oportunidad de funcionar.
Los planes climáticos actuales sitúan al mundo en camino a un calentamiento de aproximadamente 2.7 °C.
Ante estos desafíos, se tiene una ventana para evitar que las selvas tropicales del mar desaparezcan por completo. Al conservar, proteger y restaurar los arrecifes de coral, puede garantizarse que las futuras generaciones hereden un mundo con océanos prósperos.