Los colibríes tienen habilidades únicas. Un ser diminuto que atrapa al imaginario humano.

El ave hipnotiza mientras el ojo humano intenta infructuosamente distinguir sus alas en vuelo (hasta 80 aleteos por minuto). Un colibrí no puede posarse sobre el suelo porque sus patas no son capaces de sostenerse en superficies planas, aunque casi nunca se detiene, cuando lo hace, es para posarse en una rama.

Solamente los colibríes logran quedarse suspendidos en el aire, y desplazarse hacia todas direcciones. Hasta el momento se han identificado alrededor de 340 especies. La más pequeña es oriunda de Cuba y solo alcanza 5 cm; la más grande mide 25 cm. Menores que algunas joyas, con las que se les compara.

Los colibríes son oriundos de América. Pueden viajar 2000 millas en sus migraciones. Una leyenda de la cultura Maya los describe como mensajeros de los dioses, de la belleza y la alegría con la cualidad para conceder a cada persona que les observe de cerca, el pensamiento que estén teniendo en ese instante… habrá que recordar tener reflexiones felices y, la certeza de que algo extraordinario está sucediendo cuando tienes el regalo su visita mágica.