Automático Esqueleto

Decididamente contemporáneo, el modelo Royal Oak Automático esqueleto de Audemars Piguet toma su fuerza de una alianza veraz entre tradición y modernidad. El arte del esqueleto es un ejercicio de estilo único, practicado exclusivamente por unas cuantas manufacturas relojeras. Este arte es extremadamente particular, requiere de un profundo savoir-faire técnico y artístico. Técnico, porque esqueletizar un movimiento es tomar conciencia de la necesidad de preservar su estructura para mantener su precisión y fiabilidad. Artístico, porque el calado de los componentes impone una labor de decoración extremadamente minuciosa cuya realización requiere de habilidad y experiencia. 

El nuevo Royal Oak Automático esqueleto se inscribe, por consiguiente, en esta lógica, a pesar de que este calibre ha sido realizado con un espíritu totalmente distinto. El calibre 3129 esqueleto, decididamente moderno, está en línea con una evolución estilística más arquitectónica y contemporánea. Los acabados de alta gama, la ejecución sobria y los rasgos estirados hacen eco de los elegantes acabados de la caja y el satinado de bisel. 

 

 

Las líneas puras y contemporáneas de esta creación, opuesta a los modelos en esqueleto tradicionales, subliman la colección Royal Oak a la que está destinada. Un corte sobrio y puro, satinado vertical sobre la platina y sobre los puentes, intensificación de los colores, contrastes y matices obtenidos gracias al achaflanado íntegramente realizado a mano. La paleta cromática varía entre el gris y el tono de la antracita. Este color, tan sobrio como elegante, se obtiene mediante un tratamiento galvánico de superficie. El predominio del gris contrasta con el color de los trenes de ruedas de latón dorado y con la masa oscilante de oro macizo de 22 quilates, también esqueletada, acuñada con el monograma AP. 

Este nuevo calibre automático 3129, totalmente vestido de gris, está enaltecido por la caja que lo alberga; una caja de 29 milímetros de diámetro, dotada de un fondo transparente y hermética hasta 50 metros, dispone de una esfera color antracita íntegramente calada con índices aplicados facetados de oro.

Entre las características técnicas del calibre 3129 y sus 253 componentes, que indican las horas, los minutos y los segundos con un segundero central, cabe señalar su puente de volante transversal que garantiza una excepcional resistencia a los golpes y su segundero central de arrastre directo evitando cualquier temblor de la aguja. El calibre 3129 dispone de una función stop segundo, que facilita la puesta en hora y que además dispone de una reserva de marcha de 60 horas.

El nuevo Royal Oak Automático esqueleto es una nueva demostración del dominio absoluto del esqueletizado por Audemars Piguet.

 

Texto: AMURA ± Foto: Cortesía de la marca