Noruega deberá ser un destino interesante para muchos lectores de revistas dedicadas a la navegación. Es, literalmente, “el camino por el mar hacia el norte” y de hecho un país muy marítimo, “casado con el mar”. Se encuentra en la parte occidental al norte de la península escandinava, bordeando el Mar del Norte en el suroeste, el Skagerrak al sur, el Océano Atlántico Norte en el oeste y el Mar de Barents al noreste. Tiene una de las costas más largas y escarpadas del mundo (25,148 km) y aproximadamente 50,000 islas frente a sus hermosas costas.  Además posee una larga historia desde la era de los vikingos, y numerosas tradiciones como nación marinera.

Es también uno de los países más montañosos de Europa, y por lo tanto ofrece zonas espectaculares para el senderismo de montaña. Prácticamente toda la región estaba cubierta por una gruesa capa de hielo durante la última era glacial y dicen que el país “nació del mar”. Como resultado de la talla de hielo, Noruega cuenta con numerosos glaciares y algunos de los fiordos más profundos del mundo.

A través de los siglos, el mar ha permitido a los noruegos sobrevivir bajo condiciones difíciles, gracias a la pesca y el transporte marítimo. Ahora la exploración de petróleo y gas en la plataforma continental han convertido a este país en una de las naciones más ricas del mundo. Las actividades petroleras han sido cruciales para el crecimiento financiero y la han puesto en el camino hacia un estado de bienestar. Por más de cuatro décadas, la producción de petróleo ha añadido alrededor de 1,560 billones de dólares al PIB.

 

 

 

 

Durante varios años, el país ha estado en la cima del Informe Mundial de felicidad de las Naciones Unidas, por diversas razones como la democracia, la libertad, la esperanza de vida, la salud y el apoyo social. Con un poco más de 5 millones de habitantes distribuidos en 385,199 km2, hay mucho espacio para todos, el aire está limpio y se puede beber el agua directo de la llave. Además es muy seguro y la tasa de criminalidad es muy baja. Existe una ley que permite el paso libre a tierras no cultivadas y los espacios urbanos son exuberantes. 

En la capital, Oslo, verás colinas boscosas elevarse por encima de la ciudad, puedes ir a esquiar o navegar por el fiordo después de haber terminado tu día de trabajo. Esto, en suma, permite una calidad de vida considerablemente alta. La mejor manera de visitar Noruega, en mi opinión, es por barco en la flota de Hurtigruten. Estos viajes salen de la ciudad de Bergen –inscrita en la lista de la UNESCO, como Patrimonio Cultural de la Humanidad– y navegan hacia el norte hasta Kirkenes y viceversa. Durante el viaje puedes disfrutar de paisajes increíbles, visitar los puertos a lo largo de la costa y disfrutar de pescados y mariscos de primera clase como el bacalao, el salmón, el cangrejo real y los camarones. El clima también es mucho mejor de lo esperado para tales latitudes, debido principalmente a la Corriente del Golfo de México. 

Noruega es considerada como el lugar donde nació el esquí. Sus habitantes están orgullosos del éxito que suelen tener en los Juegos Olímpicos de Invierno, y particularmente de los triunfos que obtuvieron en las Olimpiadas de Lillehammer en 1994. Los exploradores polares Roald Amundsen y Fridtjof Nansen han hecho una contribución significativa al orgullo nacional existente por ese deporte. Roald Amundsen fue el primer hombre en la historia en llegar al Polo Sur. Después de cruzar el helado interior de Groenlandia de este a oeste, el gran explorador Nansen escribió que “el esquí es el deporte más nacional de todos los deportes de Noruega, y además es un deporte fantástico”. Gran parte de los equipos que utilizaban cuando atravesaron Groenlandia y el Polo Sur, se han conservado y los puedes ver en los museos en Oslo. 

 

 

 

Hoy se dice que los noruegos nacen con los esquís en los pies. No es del todo cierto, pero se practica como una actividad familiar y un deporte popular de invierno. La mayoría de los niños empiezan a aprenderlo cuando son muy jóvenes y ya adultos se van a las montañas y a los bosques para esquiar cada vez que pueden.

Yo también tuve esa experiencia. Mi padre era un saltador de esquí, quien se deslizó en la famosa plataforma de Holmenkollen, igual que nuestro anterior rey Olav V. Mi padre me enseñó a esquiar cuando tenía dos años. La oportunidad de esquiar es una de las cosas que más extraño, estando en México. Si te gusta el esquí y los deportes de invierno, ¡Noruega tiene mucho que ofrecer!

Si descubres Noruega en el invierno, primavera, verano u otoño, habrá algo espectacular esperándote. Las auroras boreales en invierno y el sol de medianoche en el verano, entre muchas otras cosas. Este verano fue uno de los mejores que hemos tenido desde 1930, con sol en todo el país, toda la temporada.

 

¡Bienvenido a Noruega, sin duda, uno de los lugares más hermosos sobre la Tierra!

 

Texto: Excma. Sra. Merethe Nergaard Embajadora de Noruega en México ± Foto: Asgeir Helgestad / Artic Light AS / visitnorway, Norwegian Visual Artists © Society