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Tips

• El transporte público en Ginebra se basa en una red de autobuses y tranvías para abordarlas, es necesario adquirir un boleto que permite viajes ilimitados por una hora, o boletos que valen por tres paradas por viaje y de regreso en media hora. Está disponible también un servicio de taxis las 24 horas del día; como un plus, todos los taxistas hablan inglés, como lo indica la ley.

• En Ginebra, y en general en todo Suiza, el clima no es particularmente frío como podría pensarse, pero sí es conveniente llevar ropa para lluvia y nieve. En invierno es imprescindible usar abrigo, especialmente en las zonas montañosas.
• Al no pertenecer a la Unión Europea, Suiza no utiliza euros, por lo que es necesario prevenirse con antelación y conseguir francos suizos, la moneda oficial de este país.
• Los recorridos a través de la ciudad pueden ser organizados por la Oficina de Turismo de Ginebra, que ofrece un tour de dos o tres horas que cubre todas las atracciones principales de la capital suiza. Un recorrido a pie, también brindado por la Oficina de Turismo, pasa por las callejuelas del casco antiguo, hasta la Cathédrale St-Pierre, el Treille Promenade, el Arsenal y el Muro de los Reformadores.
• A pesar de no haber muchas tiendas de souvenirs, se puede ir de shopping a los comercios de los productos más conocidos de Suiza; relojes, chocolate y quesos.

 

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Tops

• El Museo de Historia Natural (Musee d’Histoire Naturelle) es una de las principales atracciones de Ginebra. A través de sus cuatro pisos, cada uno dedicado a un tema particular, el visitante podrá disfrutar de una colección de piezas que incluyen el esqueleto de un elefante, ejemplos de la flora y fauna de la región, además de los clásicos aunque siempre sorprendentes dinosaurios.
• La atracción turística por excelencia en Ginebra es el Jet D’ Eau, que como su nombre lo indica en francés, es un gran “chorro de agua”. Ubicado en el lago de Ginebra, la fuente de 140 metros de alto, que dispara 500 litros de agua por segundo es un símbolo de la capital suiza. No sólo se puede admirar el espectáculo que el Jet D’ Eau brinda a su público, pues los más aventurados pueden correr debajo de la caída del agua, aunque con la seguridad de que saldrán bastante empapados.
• La Cathedrale de St-Pierre es una visita obligada para aquéllos amantes de la arqueología. La construcción en sí es interesante; combina diferentes estilos arquitectónicos, con una entrada neoclásica y un campanario gótico.
• Una atracción natural imperdible es el Lago de Ginebra. Sin reservaciones, horarios o mayores complicaciones, se puede disfrutar del paisaje conformado por el mismo lago rodeado de montañas que –dependiendo de la época del año- se encuentran visibles u ocultos por las nubes. Un tren que corre alrededor del lago permite admirar el paisaje en su totalidad, mientras que un bote –al que llaman mouette- ofrece transporte para cruzarlo a través de varias rutas.

 

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Texto: Gustavo Pérez ± Foto: Xxxxxx