El diamante Juno, considerado uno de los cinco diamantes “perfectos” de 100 quilates en forma de pera de puestos en una subasta, será ofrecido por Sotheby’s.

Nombrado así en honor a Juno, la antigua reina romana de los dioses y diosa de la luz, la juventud, la maternidad y la fertilidad, la pureza glacial de Juno está contenida en una gota voluptuosa y simétrica. La curva de su contorno completo de 101.41 quilates resulta llamativa al espectador.

Desde 1990, once diamantes “perfectos” con un peso de más de 100 quilates han sido vendidos en una subasta, y de estos, cuatro tienen forma de pera. Con el grado de color más alto posible y una claridad internamente impecable, Juno tiene el atractivo adicional de ser Tipo IIa, lo que significa que no posee rastros detectables de nitrógeno que puedan darle un tinte amarillento. No todos los diamantes de color D califican como Tipo IIa, pero aquellos que sí lo hacen presentan una apariencia límpida.

De hecho, los diamantes de gran tamaño y calidad a veces se ven como especímenes que nunca deben usarse; más grande, no siempre es mejor cuando se trata de portabilidad. A diferencia de los diamantes redondos y de talla esmeralda, la forma cónica de los diamantes los hace inmunes a tales limitaciones.

 

Los diamantes soportan milenios de calor y presión para emerger como creaciones luminosas y casi perfectas; un habilidoso cortador creará una forma agradable y le dará cuidadosamente sus facetas para lograr un brillo impresionante.

 

Algunos célebres ejemplares

Quizás el más famoso sea el Cullinan I, con un peso de 530 quilates, también conocido como la Gran Estrella de África, montada en el Cetro Imperial de Gran Bretaña. El cetro del soberano fue creado originalmente por sir Robert Vyner para la coronación del rey Carlos II en 1660, y renovado en 1911, cuando el rey Jorge V ordenó que el Cullinan I se montara en la parte superior del eje. Sin embargo, el Cullinan III de 94 quilates, también en forma de pera, forma el colgante del Cullinan IV, y actualmente la reina Isabel II lo utiliza como broche.

Otros diamantes históricos en forma de pera incluyen el Sancy, los Arcots y los diamantes de colores como el Dresden Green y el Farnese Blue, vendidos por Sotheby’s Ginebra en 2018.

Ejemplos relativamente modernos de importantes diamantes en forma de pera incluyen el Taylor-Burton, una piedra preciosa de 69 quilates que fue la joya más cara vendida públicamente de su época, 1969. La subasta, realizada por Sotheby’s Parke-Bernet, la ganó la maison Cartier, pero el actor Richard Burton (1925-1984) estaba tan furioso por haber sido superado que insistió en que volvería a comprar el diamante a toda costa. Como él dijo, debería estar “con la mujer más hermosa del mundo”, Elizabeth Taylor (1932-2011). Al día siguiente de la almoneda le compró el diamante a Cartier, y Elizabeth Taylor lo lució en el 40° cumpleaños de la princesa Grace de Mónaco (1929-1982) y en la 42ª edición de los Premios “Oscar”.

Al igual que el diamante Taylor-Burton, el Juno, perteneciente a una colección privada durante más de 20 años, “pide” ser suspendido de un impresionante collar elaborado por una de las casas de joyería más grandes del mundo.