La compañía californiana Applied eVTOL Concepts reveló Epiphany Transporter, un nuevo modo de movilidad personal, que evoca los sueños de la alfombra mágica de Aladino, al proporcionar movilidad aérea rápida, puerta a puerta, con capacidad VTOL (despegue y aterrizaje vertical).

En lugar de alas largas y pesadas, la configuración avanzada y compacta del vehículo hace alarde de propulsores canalizados de modo dual que le permiten flotar como un helicóptero y lograr un vuelo crucero de alta velocidad como un avión.

La clave es su alcance previsto de más de 482 kilómetros, una velocidad máxima de 257 km/h y su sonido excepcionalmente silencioso y amigable para los vecinos (< 55 dB a 50').

El Epiphany Transporter tiene capacidad para dos personas, su equipaje e incluso la bolsa con los bastones de golf. Diseñado para ser simple y seguro de operar, y del tamaño de un automóvil Tesla Modelo 'S'; con los propulsores plegados cabe en un garaje estándar para un solo automóvil.

Desarrollados originalmente con una subvención de DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos) de 5.1 millones de dólares, los propulsores con conductos probados por la NASA han pasado por más de un cuarto de siglo de refinamiento a través de pruebas de vuelo a gran escala en túneles de viento y varios prototipos de vehículos tripulados.

Previamente, el equipo Moshier-Bulaga trabajó en el avión SoloTrek XFV, una máquina voladora para un viajero, propulsada por un ventilador. En 2001, el dispositivo ganó el premio "Invención del año" de la revista Time, junto con otros galardones a nivel mundial, y hoy permanece en exhibición permanente en el Museo de Aviación Hiller en San Carlos, California.

Ahora el equipo se centra en aviones personales eVTOL para UAM (Urban Air Mobility) que utilizan motores eléctricos y baterías de tecnología avanzada. El modelo informático CFD (Dinámica de fluidos computacional), desarrollado por Bulaga, se ha perfeccionado durante los últimos 25 años.