El arte de la joyería es tan antiguo como el impulso humano de adornarse para distinguirse de los demás, portando un objeto de belleza singular. De todas las opciones que el entorno natural ofrece las más preciadas fueron aquellas sustancias minerales que poseían la capacidad de captar y reflejar la luz, tal como lo hacen las estrellas en el firmamento.

Llevar encima el brillo de estos diminutos espejos es una manera de declarar estatus y poder económico, pues la joyería es una forma de vestir la riqueza. Paralelamente, la joyería también es una forma de expresión artística que apasiona tanto a los realizadores de las piezas como a quienes las adquieren, pues la búsqueda de la belleza, en todas sus expresiones, es algo que nos conmueve.

 

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Diamantes 

Sinónimos de riqueza, poder y hasta de divinidad, los diamantes son la más reverenciada de todas las gemas. A los diamantes se les ha atribuido un carácter místico por los destellos que emiten al reflejar la luz. 

 

 

Azul

El azul del zafiro lo vuelve una gema celestial asociada con el amor la sabiduría y el coraje.

 

 

El verde

En el verde se encierran los misterios de la naturaleza, la inmortalidad y la fe.

 

 

Piedras de color

Gracias a un afortunado fenómeno geológico existe la vibrante belleza de las piedras de color. Cada una ejerce fascinación especial y encierra un sinfín de misterios que se cuentan en las historias de sus propiedades talismánicas.

 

 

Perlas

Las perlas solían atesorarse como símbolos de pureza y encanto femenino. La única de las gemas que proviene del mar es también la única en poseer un hermoso lustre natural. 

 

 

Oro y metales preciosos

Entre los metales se eligió al oro, el más valioso por su rico color amarillo semejante al de la luz del sol. Pálidos junto a éste, el platino y la plata representan la hipnótica luz lunar de un blanco resplandor. 

 

 

Negro

Eternos opuestos que luchan por sobreponerse el uno al otro, y al mismo tiempo se necesitan para mostrar su contraste. Símbolos de la   elegancia más pura, ausencia y saturación de colores. 

 

 

Texto: Martha Jauffred ± Foto: Cortesía de las marcas