El hechizo de Europa sin cruzar el Atlántico.

Montreal es una ciudad que hechiza al que la visita. Con su atmósfera brillante, llena de fiestas y de celebraciones todo el año, es el lugar ideal para divertirse, comprar y llenarse de un ambiente europeo sin necesidad de cruzar el Atlántico.

Es sin duda, una ciudad alegre que invita a descubrir sus elegantes boutiques y su famosa gastronomía, a visitar el Viejo Montreal y conocer los barrios que la hacen multifacética y encantadora.

Montreal es encanto y diversión durante todo el año, pero en invierno esta ciudad es totalmente mágica. La temporada invernal deja maravillado: brillantes luces de colores, tiendas perfectamente decoradas y calles cubiertas de una hermosa capa de nieve van a la par de los eventos y festivales que se realizan especialmente para la época.

 

 

 

Las compras son sin duda importantes y lo típico de la ciudad incluye: pieles, objetos de artesanía de los nativos americanos, alta costura y antigüedades. Las boutiques de moda se encuentran en la rue St. Denis.

Si de divertirse se trata, Montreal cuenta con algunas de las mejores discotecas y clubes de Canadá. En verano las “terrasses” están repletas de gente durante todo el día.

Las zonas de mayor actividad nocturna son la rue Crescent y la rue St. Denis. 

En cuanto a alta gastronomía, Montreal es el lugar indicado. Desde los exquisitos platillos de Les Halle, hasta la condimentada y deliciosa variedad de la cocina de le Piment Rouge. Si le gusta la carne ahumada puede ir a Schwartz, o disfrutar una baguette recién hecha de Premiére Moisson Bakery.

 

 

 

En Montreal existen tres avenidas principales para quienes gustan de los bares, en Rue Crescent se concentran los angloparlantes y turistas y tiende a ser una zona muy a la moda.

El lugar más elevado de la ciudad y su punto de referencia es Mont Royal, un parque con varios kilómetros de pistas para correr y esquiar y miradores con impresionantes vistas de la ciudad y del río San Lorenzo.

Algunos lugares de gran interés para visitar son la Basilique Notre Dame y el Marché Bonsecours. También hay tours que se pueden realizar a pie, en autobús y en barco.

Famosa por su alegría de vivir y cálida hospitalidad, Montreal es pleno en el jazz, el cine, el humor, el baile, el teatro y la música.

Una de las exhibiciones permanentes en Montreal es la que celebra la fundación de la ciudad y de la Basílica de Notre-Dame con un show espectacular de luz y sonido.

La ciudad cuenta también con 30 kilómetros de pasajes subterráneos y un hermoso casino.  

 

 

 

 

Info

Dirección electronica:

www.montrealirresistible.com

 

Texto: AMURA ± Foto: AMURA.