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Los más de 300 viñedos de Sonoma, como los de Napa, centrada en la vid, ofrecen cata de vinos del más alto orden, desde los Zinfandels de Reavenswood, hasta los vinos espumosos de Gloria Ferrer. También sería correcto pasar un tiempo flotando dentro de los canales internos del Río Ruso, y caminando entre los gigantescas secoyas de Armstrong, con más de 1,400 años de antigüedad. Los viajeros también pueden adquirir antigüedades a lo largo de calle Victoriana de la ciudad de Petaluma, asi como disfrutar una oreja de mar bañada en sake dentro del restaurante Cyrus -ganador de una estrella Michelin-, en Healdsburg.

 

Texto:  Amura ± Foto: Sandra Mancuso, Nartional Geographic, Panoramio, Costas Españolas.