►A bordo 

Navegando con mucho viento

■ En la navegación consideramos “mucho viento" algo cercano a los 20 nudos. ¿Pero, cómo nos damos cuenta de que te- nemos mucho viento? Al planear, enseguida de zarpar, hay que colgarse con todo, y si seguimos escorados, si dejamos flameando la vela, pareciera que ésta se va a romper. Si ocu- rre esto estamos por encima de 18 nudos... una manera muy práctica de medir el viento.

Preparativos

■ Algo fundamental es estar bien equipados para aguantar to- do el día. un día de viento, con el barco mal armado, con frío, sin botas, etc., puede ser un mayor desastre, o mejor dicho, es casi imposible que nos vaya bien en las regatas. Con viento, los movimientos sobre el barco son más violentos, por lo que es recomendable salir con botas y ropa cómoda para mover- se; que no seamos un "paquete" de prendas porque hay que mcverse mucho para llevar bien la embarcación.

Si revisamos bien el barco salimos con la cabeza metida en la regata. Hay que verificar todo varias veces antes de sa- lir, ponerle candado a los matafiones y llevar algunos de repuesto en el flotador.

Maniobras

■ Para los días con mucho viento hay que estar con los ojos bien abiertos y la adrenalina al tope. Hay que moverse rápido, con seguridad, dominando con el peso del cuerpo to- dos los movimientos del barco. Las viradas se hacen más rápidas que en los días de poco viento, y hay que elegir bien dónde hacerlo, que no sea durante una ola gigante o en una racha violenta.

La trasluchada

■ Normalmente la “trasluchada" es un problema para todos. En este punto se define quién tiene buena técnica y, sobre todo, personalidad. La idea es mantenerse con viento en popa en todo el momento de la trasluchada, con buena velocidad, surfeando en lo posible y pasando la vela con la mano. El golpe de la vela en la amura hace que el barco tienda a orzar, esto lo contrarrestamos adelantándonos con una derivada mínima antes que porte, una vez que estamos sentados del otro lado podemos orzar al nuevo rumbo. Con la práctica esto se convierte en algo rápido y seguro.

 

 

► Tesoros / Treasures

El delfín oscuro o Dusky, asiduo de la Patagonía argentina, es el más vistoso a la hora de saltar: ejecuta maniobras increíbles, girando sobre sí mismo o dando varias vueltas en el aire para volver a caer estrepitosamente sobre la superficie del agua. Por eso es incom- prensible que no puedan escapar al quedar encerrados en redes de pesca flotantes. Se cree que los delfines asocian estos saltos con un juego y son una muestra de buen humor, por lo que no lo pueden relacionar con una forma de escape al estar estresados. una vez al mes el Sol y la Luna están alineados, enton- ces los océanos se ven atraídos por las fuerzas combi- nadas de los dos astros, y por ello la marea es más fuerte. Este fenómeno se denomina ’marea viva', y es especialmente interesante para los pescadores y para los que pasean por las playas.

Aunque los astéridos (estrellas de mar) proliferan en todos los mares del mundo, desde hace más de 500 millones de años, su evolución continúa siendo un enigma. Si una estrella es atacada por un predador y pierde uno de sus brazos lo vuelve a regenerar, sólo que el brazo que- dará más corto. El brazo, si no es consumido, sigue vivo, pero morirá en aproximadamente un mes por no poder desplazarse ni atrapar presas. Sin embargo, las espe- cies del género Linckia cuando pierden un brazo tienen la capacidad de regenerarlo, y esto ocurre formando cuatro nuevos brazos más cortos. A estos individuos tan especiales se los conoce como ’cometas”. 

 

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Texto: Amura ± Foto: Archivo, Soto