Es complicado imaginar el inicio de algo que ya encontramos establecido, algo que ha sido creado y se levanta orgulloso, inminente e intimidante. Una ciudad que por sí sola define el significado cosmopolita, que llena los sentidos con sus movimientos. Su historia permanece tangible hasta hoy.

 Para la mayoría de los mexicanos “the Hamptons” es un lugar del que muchos no han oído hablar e incluso menos han tenido la oportunidad de visitar. Para aquellos que vivimos en los Estados Unidos, la mayoría tenemos una imagen por lo que hemos visto en películas, televisión y las últimas revistas de celebridades. Sin embargo, tomar una semana de vacaciones en esta especial comunidad es la mejor manera de descubrir lo que guarda.

De excelente ubicación, este hotel de Manhattan se encuentra a tan solo dos minutos a pie de Central Park y del Lincoln Center for the Performing Arts. Es un lugar ideal para descubrir caminando la parte más popular de Manhattan. 

La presentación no puede ser mejor: para dormir en el corazón de Manhattan, 168 habitaciones y suites decoradas por el interiorista Jacques Garcia, y para comer, el NoMad también ofrece múltiples espacios, incluyendo la azotea, con menús elaborados por uno de los mejores chefs de la Gran Manzana.

La cultura en Líbano, desde los albores fenicios, ha sido realista, humana y universal, comparable a una sinfonía que adquiere, por conciencia, su poderío de expresión. Este carácter dio pábulo, mediante las corrientes migratorias, a un diálogo con los cinco continentes, dejando abiertas las compuertas de su tradición milenaria, para integrar sus mentes en todos los confines del mundo.

Uno de los santos más conocidos del Líbano, discípulo de la religión de San Marón. Charbel de Makhlouf fue un monje devoto, cuyos milagros le valieron la beatificación en el año de 1965 por el Papa Pablo VI y su canonización por parte de la iglesia católica en el año de 1977 por el mismo Santo Padre.

Era un poco complicado descifrar a ciencia cierta que hacía en Beirut, después de todo, había llegado a la capital del Líbano. Me quede inmóvil por un segundo mientras llegábamos a la avenida Professor Wafic Sinno y ahí, en ese segundo, cuando abría la puerta de mi taxi y observaba la hermosa fachada del Hotel Four Seasons comprendí que estaba aquí…