Este 2025 marca el regreso de una leyenda de Omega nacida en 1957: Railmaster, ahora con nuevos degradados y una estética pura.
Originalmente concebido como parte de la famosa Trilogía Profesional –junto al Speedmaster, para pilotos de carreras, y el Seamaster 300, especializado para buceadores— el Railmaster fue diseñado para trabajadores ferroviarios, ingenieros e industriales que requerían una herramienta resistente a los campos magnéticos, entonces uno de los grandes enemigos de la precisión relojera. Y vaya que lo lograron: el modelo original soportaba hasta 1,000 gauss, una cifra que lo colocaba muy por encima del estándar de su época (60 gauss).
Con el tiempo, el Railmaster se consolidó como un cronómetro de culto. Su combinación de sobriedad, funcionalidad y aire vintage le ha valido un lugar privilegiado entre los coleccionistas y entusiastas de la marca. Y ahora, Omega revitaliza esa herencia con dos nuevos modelos de 38 mm, equipados con el espíritu clásico y la ingeniería más avanzada de la firma suiza.
Esferas con carácter, alma técnica
El primero de estos renovados modelos Railmaster [foto inicial] luce una esfera gris con degradado negro, elegante por su minimalismo. Fiel al ADN original, la carátula prescinde de textos innecesarios: sólo el logotipo de Omega y el nombre Railmaster se exhiben con orgullo. Los índices y cifras aplicadas en Super-LumiNova blanca aseguran una legibilidad impecable. Se ofrece con correa negra de piel o brazalete de acero inoxidable, cuyo rediseño asegura una integración más armoniosa y un ajuste más cómodo.
El segundo modelo, de inspiración vintage, exhibe una esfera beige con degradado negro y una pequeña subesfera de segundero, reminiscente del Railmaster de 2004. Aquí, la Super-LumiNova adopta un tono “patinado”, evocando ese encanto envejecido que tanto gusta entre los puristas. El guardatiempos puede montarse sobre correa de piel Novonappa en marrón dorado o un brazalete de acero inoxidable, también con los eslabones rediseñados.
Ambos modelos conservan la caja simétrica y los acabados pulidos y cepillados, que ofrecen un juego de reflejos refinado, característico del lenguaje de diseño compartido con la línea Seamaster Aqua Terra.
Antimagnético por vocación
Si el Railmaster resultó revolucionario en los años 50 por su resistencia al magnetismo, estos modelos llevan esa virtud a otro nivel. Equipados con los calibres Co-Axial Master Chronometer 8806 (y el 8804 en la versión con segundero pequeño), estos cronómetros son 15 veces más resistentes que los Railmaster originales, soportando campos magnéticos de hasta 15,000 gauss. Certificados por el Instituto Federal Suizo de Metrología (METAS), representan lo mejor de la relojería técnica contemporánea.
Más allá del diseño limpio y la referencia histórica, Omega Railmaster es una declaración de principios: la belleza, la discreción del lujo bien pensado y la evolución de un clásico que, más de seis décadas después de su nacimiento, sigue marcando el ritmo con la misma precisión de siempre.