Un cuarto de siglo después de irrumpir en la Alta Relojería con una proeza técnica sin precedentes, Chopard reafirma su maestría con el L.U.C Quattro – Mark IV, una pieza que rinde homenaje al pasado con la mirada puesta en el futuro.
Este modelo, lanzado para celebrar los 25 años del legendario movimiento de cuatro barriletes en serie, es una declaración de principios: el respeto por la tradición no está reñido con la innovación estética.
La nueva edición, realizada en oro ético rosa de 18 quilates, es más que una actualización: es una relectura elegante y refinada de un ícono. La caja, ahora de 39 mm de diámetro y 10.4 mm de grosor, revela proporciones más contenidas que realzan su porte clásico. Inspirada en los relojes de bolsillo del siglo XIX, su silueta bassiné y los acabados artesanales –satín vertical, asas soldadas a mano, bisel pulido– demuestran la obsesión de Chopard por la excelencia.
En su interior, late con fuerza el calibre L.U.C 98.09-L, heredero directo del revolucionario 98.01-L. Su arquitectura de cuatro barriletes dispuestos en dos niveles permite acumular una impresionante reserva de marcha de 216 horas (nueve días), con una estabilidad y precisión que le han valido la certificación COSC. A esta fiabilidad contribuyen una espiral con curva Phillips, regulación con cuello de cisne y la funcionalidad de parada de segundero, atributos que reflejan un enfoque científico en la búsqueda de exactitud.
El movimiento, además, ostenta el Punzón de Ginebra, sello de los más altos estándares de la relojería suiza. Cada componente está biselado, pulido y decorado a mano, incluso aquellos que nunca serán visibles. Un detalle sutil pero revelador: el indicador de reserva de marcha ha sido desplazado al reverso visible, liberando la esfera principal y amplificando su equilibrio visual.
La esfera, realizada en latón graneado de azul profundo, es una lección de diseño funcional y elegante. Las agujas dauphine y los índices aplicados en oro rosa contrastan con una lectura clara y armónica de las horas, segundos y fecha. Todo en ella respira sobriedad y distinción.
Con el L.U.C Quattro – Mark IV, Chopard no sólo celebra un aniversario: revalida su compromiso con una relojería de autor, donde la precisión mecánica dialoga con una estética depurada y atemporal. Una pieza pensada para coleccionistas que no se conforman con medir el tiempo, sino que buscan vivirlo con estilo.