Con motivo del bicentenario de la Escuela de Relojería de Ginebra (EHG), Chopard presenta una pieza que trasciende el tiempo y la técnica: L.U.C Heritage EHG Moon 122.
Limitado a 20 ejemplares y forjado en oro ético rosa de 18 quilates, este guardatiempos encarna no solo la excelencia artesanal de la manufactura suiza, sino también el firme compromiso de la maison con la formación de futuras generaciones de relojeros.
La pieza, distinguida con el Punzón de Ginebra –uno de los sellos más exigentes de la Alta Relojería– y certificada por el COSC como cronómetro, guarda en su interior el nuevo calibre manual L.U.C 63.04-L. Este movimiento representa una evolución del L.U.C 63.01-L y se convierte en el primero de la marca en incorporar una fase lunar astronómica de extraordinaria precisión: requiere apenas un ajuste cada 122 años y 45 días.
Durante un ciclo lunar completo, el margen de error entre la fase lunar real y la representada en este modelo es de tan solo 57 segundos. Un logro mecánico que subraya el nivel de maestría alcanzado por los artesanos de Chopard.
La esfera, de una belleza casi onírica, está realizada en aventurina sobre base de oro y decorada con constelaciones del hemisferio norte. A las 3 horas, destaca una ventana con la fase lunar astronómica, trabajada en oro rosa y aventurina con técnicas de martelé y grabado a mano.
A las 9 horas, otra obra en miniatura: una Tierra vista desde el Polo Norte, esculpida en oro con océanos en laca azul intenso, confiere un toque poético y tridimensional a la composición. Detalles que convierten esta pieza no sólo en un instrumento de precisión, sino también en una obra de arte.
La caja, de 40 mm, evoca los relojes de bolsillo de Louis-Ulysse Chopard del siglo XIX, con líneas redondeadas y asas soldadas, combinación de acabados cepillados y pulidos, y una corona decorada con el logotipo histórico L.U.C. Se entrega con una correa azul de cuero de becerro con costuras tono sobre tono y hebilla desplegable de oro ético rosa de 18 quilates.
Más allá de la pieza en sí, el L.U.C Heritage EHG Moon 122 es también un símbolo de la profunda colaboración entre Chopard y la Escuela de Relojería de Ginebra, iniciada en 2004. Desde entonces, la maison provee a una docena de alumnos de último año con un kit de 70 componentes basados en el calibre L.U.C 06.01-L, para la creación de su reloj de graduación. Esta práctica, única en su tipo, permite a los jóvenes relojeros perfeccionar técnicas de ensamblaje, decoración y ajuste, sentando las bases de una carrera en la alta relojería.
Con motivo del 200 aniversario de la EHG, Chopard ha llevado esta colaboración aún más lejos: el módulo de fase lunar astronómica también estará disponible para los alumnos que deseen especializarse como reparadores de relojes, extendiendo su formación un año adicional.
Para Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de Chopard, la formación es una responsabilidad fundamental: “Sin transmisión, el futuro de estos oficios dedicados a la belleza no está asegurado”. Sus palabras resuenan en cada componente de esta creación, donde técnica, herencia y emoción convergen.