En la historia del automóvil, pocos hitos han redefinido lo posible como el nacimiento del Bugatti Veyron, un auto capaz de desarrollar un tercio de la velocidad del sonido.

Concebido a finales de los años noventa por la visión de Ferdinand Piëch, presidente del Grupo Volkswagen, el reto era tan simple de enunciar como complejo de lograr: un automóvil de calle capaz de superar los 400 km/h, y, aun así, brindar comodidad y lujo absolutos.

Lo primero fue el corazón: un motor W16 de 8.0 litros, fruto de un diseño desde cero. Con cuatro turbocompresores y diez radiadores, genera 1,001 caballos de fuerza y 1,250 Nm de par motor, cifras inéditas en un modelo de producción. Para domar semejante potencia, Bugatti desarrolló la primera caja de cambios DSG de doble embrague y siete velocidades capaz de soportar este nivel de par, con cambios ultrarrápidos y precisos.

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts, El poderoso motor W16 del Bugatti Veyron. El poderoso motor W16 del Bugatti Veyron.

 

Dispuesta longitudinalmente por delante del motor W16, la caja de cambios, al igual que el motor, se diseñó como una unidad de cárter seco, lo que desempeñó un papel fundamental para que los ingenieros de Bugatti pudieran bajar el centro de gravedad del auto.

El chasis era otro desafío. Un monocasco de fibra de carbono y un bastidor de aluminio proporcionaban ligereza y rigidez, mientras que un sistema de tracción total, con reparto inteligente entre ejes y un diferencial trasero con bloqueo multidisco, garantizaba agarre y estabilidad. Incluso los neumáticos, diseñados a medida, requirieron cinco años de desarrollo.

La aerodinámica fue un capítulo aparte. El Veyron incorporó un sistema adaptativo con aletas delanteras y un alerón trasero móvil, que a más de 200 km/h se transforma en freno aerodinámico, desplegándose 113 grados en apenas 0.4 segundos para generar hasta 300 kg de carga adicional, complementando el exclusivo sistema de frenos carbocerámicos de alto rendimiento. Para alcanzar la velocidad máxima, el conductor debe usar la Speed Key, una segunda llave que baja la suspensión, cierra los difusores y ajusta el alerón para minimizar resistencia.

 

 

Amura,AmuraWorld,AmuraYachts, Bugatti Veyron es capaz de desarrollar un tercio de la velocidad del sonido. Bugatti Veyron es capaz de desarrollar un tercio de la velocidad del sonido.

 

Antes de su debut, once prototipos recorrieron cientos de miles de kilómetros en todo tipo de condiciones, desde rutas de alta velocidad hasta el exigente Nürburgring. En 2005, con el piloto de pruebas Uwe Novacki al volante, el Veyron registró oficialmente 407 km/h, convirtiéndose en el auto de producción más rápido del mundo.

Cristóbal Piochon, presidente de Bugatti Automobiles, lo resume así: “El Veyron comenzó como un sueño que desafió la física y redefinió los límites de lo posible. Veinte años después, sigue inspirando admiración y orgullo, uniendo rendimiento extremo, confort y belleza atemporal”.