La búsqueda de la alta precisión ha sido la piedra angular de los valores de Grand Seiko desde la creación de su primer reloj en 1960.

A finales de los años 70, comenzó el desarrollo del Spring Drive con el objetivo de armonizar la energía tradicional del muelle real con los más avanzados desarrollos de la relojería electrónica.

Heredando este legado de precisión, Grand Seiko presentó en Watches and Wonders Geneva 2025 el Calibre Spring Drive 9RB2, que recibe la designación U.F.A. (Ultra Fine Accuracy o “Precisión Ultra Fina”). Solamente se producirán 1,300 piezas.

Este movimiento alcanza una sorprendente exactitud anual de ±20 segundos, convirtiéndose en el mecanismo de reloj de pulsera impulsado por muelle real más preciso de la actualidad.

Ahora, Grand Seiko presenta una nueva creación Spring Drive U.F.A. fabricada en Ever-Brilliant Steel, una aleación de acero inoxidable reconocida por su excepcional resistencia a la corrosión y su tono luminoso. Su esfera cautivadora expresa el instante en que amanece sobre los bosques cubiertos de escarcha en la región de Shinshu, en el centro de Japón, donde todos los relojes Spring Drive de Grand Seiko se elaboran meticulosamente.

 

Innovación técnica

Con un diámetro de 30 mm y un grosor de 5.02 mm, el Calibre Spring Drive 9RB2 logra una precisión de ±20 segundos al año gracias a nuevos métodos de fabricación y procesamiento del oscilador de cuarzo envejecido durante tres meses, junto con un IC de nuevo diseño.

Al igual que en la serie 9RA, la frecuencia de cada oscilador de cuarzo se mide a distintas temperaturas, y los datos resultantes para la compensación térmica se programan en el IC de bajo consumo.

Tanto el oscilador como el sensor se sellan al vacío para minimizar las variaciones de temperatura y protegerlos contra factores externos como la humedad, la electricidad estática y la luz, asegurando ajustes térmicos precisos y un rendimiento estable.

Visible a través del fondo de zafiro, el acabado del movimiento se inspira en la escarcha que cubre los árboles de Shinshu durante el invierno. Los rubíes evocan las estrellas que brillan sobre las montañas en los primeros días de la estación.

La caja y el brazalete, fabricados en Ever-Brilliant Steel, ofrecen una resistencia a la corrosión superior a la del acero utilizado en los relojes más prestigiosos, garantizando una belleza duradera. Su color más brillante resalta el acabado espejo sin distorsión logrado mediante el pulido Zaratsu característico de Grand Seiko, alternado con superficies cepilladas para un brillo armonioso.

Este modelo se incorpora a la colección Evolution 9, que continúa la filosofía de diseño Grand Seiko Style, expresada por primera vez en el icónico 44GS de 1967. Las manecillas y los marcadores acanalados de gran relieve garantizan la máxima legibilidad. La caja de 37 mm de diámetro tiene un centro de gravedad bajo, lo que proporciona comodidad excepcional.

El brazalete, con grosor amplio y un ancho superior a la mitad del diámetro de la caja, asegura un ajuste equilibrado y firme en la muñeca.