Omega vuelve a mirar al cielo para presentar la evolución más ambiciosa de su icónica saga Speedmaster Dark and Grey Side of the Moon.

Siete nuevos modelos –distribuidos en cuatro esferas distintivas– llegan a 2025 con una apuesta clara: llevar la cerámica, la ingeniería y la estética espacial a un nivel inédito. La manufactura suiza invirtió años en perfeccionar materiales, arquitecturas y calibres, logrando piezas más delgadas, más precisas y con un lenguaje visual profundamente ligado a la exploración lunar.

El relato inició en 1968, cuando la misión Apolo 8 se convirtió en el primer vuelo humano en orbitar la Luna. Durante la histórica comunicación de Jim Lovell – “nos vemos en el otro lado” – cada astronauta llevaba un Omega Speedmaster en la muñeca. Ese vínculo es el que hoy impulsa a la firma a reinterpretar su colección más audaz. “La Dark Side of the Moon encarna nuestro espíritu pionero”, afirma Raynald Aeschlimann, presidente y CEO de Omega, al presentar esta nueva generación de cronógrafos.

Doce años después del debut del Dark Side original, la colección vive su revisión más profunda. Tras la certificación Master Chronometer del Apolo 8 del Lado Oscuro, Omega refuerza su dedicación a la precisión con calibres Co-Axial renovados, una arquitectura de caja optimizada y cuatro años de investigación cerámica. El resultado: perfiles más delgados sin renunciar al diámetro de 44.25 mm que define la presencia del modelo.

La superioridad técnica se aprecia en el nuevo proceso de cerámica pulida y biselada con una exactitud extrema, superficies de gran profundidad y un brillo singular. El uso avanzado de Liquidmetal en biseles y coronas aumenta la resistencia a los arañazos, mientras que las esferas de cerámica de dos capas –acabadas con cepillado láser– transforman la luz y generan una tridimensionalidad inédita.

Entre las novedades destaca la versión de cuerda manual Black Edition con calibre 9908, más delgada y deportiva, con aguja central roja y estética mate. También surge una reinterpretación del Dark Side original con calibre 9900, ahora más refinado y con una construcción de esfera de dos placas. A ellas se suma un modelo totalmente ennegrecido con movimiento oscurecido y taquímetro esmaltado, cuya esfera arenada y luminosidad avanzada refuerzan el espíritu nocturno de la línea.

La pieza más emocional celebra la frase de Lovell: “la Luna es esencialmente gris”. Con calibre 3869 y superficies lunares realizadas con láser visibles en ambos lados, crea un paisaje selenita inmersivo: el lado cercano aparece en la esfera esqueletizada y el oculto se revela a través del fondo de caja.

La innovación también llega a las correas. Las opciones de nailon incorporan forro de caucho para mayor comodidad, y las nuevas correas de caucho exhiben patrones de superficie lunar en el reverso, reforzando la conexión táctil y conceptual con la exploración espacial.