Equipado con un mecanismo extremadamente sofisticado para reproducir la aleatoriedad del juego, Poker personifica la atmósfera ecléctica de Las Vegas. ¿Quién lleva la mano ganadora?

Para su desarrollo autónomo excepcional, Christophe Claret necesitó de los mejores relojeros trabajando a tiempo completo durante más de dos años. El resultado, una verdadera partida de Texas Hold’em en la esfera y en la parte trasera una ruleta; un cómodo casino a mano que no lleva la cuenta del tiempo, sino que olvida. Que no sorprenda el sonido atronador de las máquinas mientras se barajan las cartas; no se admiten más apuestas.

El reto consistió en incorporar un juego completo de 52 cartas siguiendo las reglas comunes del póquer, con casi 32 mil 768 combinaciones posibles en un movimiento mecánico, de forma que cada uno de los jugadores tengan las mismas probabilidades de ganar.

Dos pulsadores activan el reparto de las cartas en cada ronda de apuestas. En la esfera, tres ventanillas presentan las cartas de cada jugador, invisibles para el resto gracias a su sistema especial de rejillas que oculta cada mano a los otros jugadores. Los naipes están impresos en discos de zafiro en la que no existen maneras de especular respecto a su acomodo y aparición

Recién se añadió a la colección un nuevo integrante estrella a la trilogía de modelos dedicada a los juegos de azar en color azul. Se trata de una edición limitada de 12 ejemplares equipados con un calibre PCK05 de carga automática, con más de 655 componentes y 72 horas de reserva de marcha.