El concepto MV Agusta 921 S reinterpreta el estilo del pasado y lo fusiona con la tecnología del futuro. No se trata de un refinado ejercicio de diseño, sino de un anticipo conceptual de una nueva categoría de motos que se desarrollará y presentará en los próximos años.

El patrimonio de MV Agusta fue el punto de partida para el desarrollo del proyecto. Sus raíces se encuentran en la historia de la empresa, concretamente en la década de los 70, cuando MV Agusta desarrolló diversos modelos que aún hoy, medio siglo después, destacan como ejemplo de estilo, personalidad, elegancia y tecnología.

El proyecto 921 S nació la primavera pasada de la intuición de Brian Gillen y Stephen Zache, quienes analizaron la MV Agusta 750S de 1973 con el objetivo de usarla como base para un modelo futurista, firmemente anclado en la tradición y la historia.

El desafío con el proyecto 921 fue romper con el marco tradicional del segmento retro, que tiende a proponer una réplica técnicamente actualizada de un modelo anterior. Por el contrario, el proyecto MV Agusta crea una nueva arquitectura tecnológica y de diseño, que se adelanta a las soluciones e ideas que son verdaderamente innovadoras.

 

La 921 S no será una réplica moderna, o deberíamos decir contemporánea, de la 750S, sino un tributo a esa seductora moto.

 

La línea es muy horizontal, como las café racer de los años 60 y 70. Y las formas también vuelven sobre las proporciones del pasado. La carrocería del concepto se desmonta para dejar espacio para el nuevo motor de cuatro cilindros en línea.

Es esta pieza de ingeniería ocupan un lugar central los detalles mecánicos que se vuelven parte de la estética y definen el carácter de la motocicleta a primera vista, por la combinación de tecnología de punta e investigación en los materiales. La integración, otro objetivo importante del proyecto, se plasma en la tecnología futurista, que sin embargo está en consonancia con el pasado.

El equipamiento técnico es de última generación, desde el chasis con basculante sobredimensionado hasta los rines, fabricados con una combinación de cubierta de fibra de carbono, empleadas en la salida de los cuatro escapes colocados debajo del motor, hasta la cubierta del freno delantero de aluminio, una solución de estilo que también es funcional al llevar aire a las pinzas y permiten que se enfríen rápidamente.

El marco retoma la célebre configuración de nueva generación de MV Agusta, con un enrejado de tubo de acero soldado y placas laterales de aleación de aluminio.

La posición del cuadro de instrumentos es original, con una sección circular como en el pasado pero con el añadido de una pantalla táctil. Descansando sobre el tanque, asegura que el manillar futurista y el hermoso mecanizado de la placa de dirección sólida permanezcan visibles. El manillar está inspirado en las soluciones utilizadas en las bicicletas empleadas en la pruebas de contrarreloj. Dos semimanillares cortos inspirados en carreras están asegurados a la sección central contorneada aerodinámicamente creada en aluminio forjado en secciones diferenciadas.

Toda el área de la cola se crea con el objetivo de facilitar el cambio de un asiento individual cubierto de Alcántara a un sillín de dos plazas. Solo lleva un momento pasar de una configuración a la otra, y la coherencia de estilo está garantizada en lo que es un contexto muy atractivo, gracias también al conjunto de luces traseras LED traseras. El faro redondo cuenta con un área perimetral de DRL, un anillo de metal decorativo y una poderosa luz central. La parte trasera del faro es de metal, con un diseño alado que recuerda a los utilizados para disipar el calor en los motores refrigerados por aire.

En cuanto al motor, el cuatro en línea ha sido rediseñado y entrega 115.5 CV a 7,000 rpm, con 116.5 Nm de par máximo.