En el mundo de la relojería existe una nueva marca que es sinónimo de excelencia y elegancia, pero sobre todo de buen gusto, se trata de Laurent Ferrier. Los relojes amparados bajo este nombre son los favoritos de las personas que saben que el tributo al dios cronos debe hacerse sólo con piezas de colección y de ingeniería precisa.

El reloj Laurent Ferrier fue distinguido como “uno de los mejores” durante el Gran Premio 2010 de Relojería, el equivalente a los premios Óscar. Este premio se otorgó al reloj que combina lo que la mayoría de la gente quiere: elegancia, lujo y mecanismo delicado y complejo. 

Su ensamble es de una carátula negra, sobria, rematada por delgada línea de ónix, con números romanos blancos de 41 milímetros de ancho y tamaño de la caja adecuado. Sus formas recuerdan a Rolex y Patek Philippe; pero, a diferencia de estos dos clásicos es muy suave al tacto. Además, está trabajado en oro blanco de 18 quilates, aunque también está disponible en una versión de oro amarillo. 

 

 

Una pieza necesaria para los amantes de la relojería de precisión, pero muy especialmente para las personas de buen gusto.

 

Texto: AMURA ± Foto: Cortesía de la marca